Economía
La economía de EEUU sufrió una contracción sin precedentes del 32,9% en el segundo trimestre del año.
Ya lo adelantó el propio presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell. La economía de Estados Unidos registró en el segundo trimestre del año la peor lectura jamás registrada, con una contracción anualizada de su Producto Interno Bruto (PIB) del 32,9%. Al menos eso indica la primera lectura oficial presentada el jueves por el Buró de Análisis Económico (BEA, por sus siglas en inglés) del Departamento de Comercio del país, que confirma que en los tres primeros meses de 2020, EEUU registró un crecimiento negativo del 5%.
La disminución en el PIB real reflejó disminuciones en los gastos de consumo personal (PCE), exportaciones, inversión de inventario privado, inversión fija no residencial, inversión fija residencial y gasto del gobierno estatal y local que fueron parcialmente compensados por un aumento en el gasto del gobierno federal. Las importaciones, que son una resta en el cálculo del PIB, también registraron caídas.
Los economistas encuestados estimaban una caída aún mayor, de alrededor del 35%. Ni la Gran Recesión ni ninguna de las más de tres docenas de crisis económicas en los últimos dos siglos han causado una contracción tan profunda de la actividad económica en un período de tiempo tan corto. El PIB se contrajo alrededor de un 9,5% en el segundo trimestre con respecto al primero, lo que equivale a un ritimo anualizado de casi el 33%.
El gasto del consumidor, el principal motor de la economía, se contrajo en un 34,6%, especialmente en el sector servicios, donde se registró una debacle del 43,5%. Los hogares también gastaron mucho menos en bienes, aunque la disminución no fue tan pronunciada, al caer un 11,3%.
Por su parte, la inversión de las empresas también sufrió un revés importante. El desembolso en infraestructura, como las plataformas petroleras, se hundieron un 35%, mientras que el gasto en equipos se redujo en un 37,7%. Ambos marcando caídas históricas. La inversión en nuevas viviendas también se redujo en un 38,7% mientras el nivel de inventarios se redujo en una tasa anual de 234.600 millones de dólares, en comparación con la caída de 80.000 millones de dólares del primer trimestre.
y por estos lares auguran entre el 9,9 y el 11 %.
Estamos tan pobres que ni se nota la nueva miseria.
La economía de EEUU sufrió una contracción sin precedentes del 32,9% en el segundo trimestre del año.
Ya lo adelantó el propio presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell. La economía de Estados Unidos registró en el segundo trimestre del año la peor lectura jamás registrada, con una contracción anualizada de su Producto Interno Bruto (PIB) del 32,9%. Al menos eso indica la primera lectura oficial presentada el jueves por el Buró de Análisis Económico (BEA, por sus siglas en inglés) del Departamento de Comercio del país, que confirma que en los tres primeros meses de 2020, EEUU registró un crecimiento negativo del 5%.
La disminución en el PIB real reflejó disminuciones en los gastos de consumo personal (PCE), exportaciones, inversión de inventario privado, inversión fija no residencial, inversión fija residencial y gasto del gobierno estatal y local que fueron parcialmente compensados por un aumento en el gasto del gobierno federal. Las importaciones, que son una resta en el cálculo del PIB, también registraron caídas.
Los economistas encuestados estimaban una caída aún mayor, de alrededor del 35%. Ni la Gran Recesión ni ninguna de las más de tres docenas de crisis económicas en los últimos dos siglos han causado una contracción tan profunda de la actividad económica en un período de tiempo tan corto. El PIB se contrajo alrededor de un 9,5% en el segundo trimestre con respecto al primero, lo que equivale a un ritimo anualizado de casi el 33%.
El gasto del consumidor, el principal motor de la economía, se contrajo en un 34,6%, especialmente en el sector servicios, donde se registró una debacle del 43,5%. Los hogares también gastaron mucho menos en bienes, aunque la disminución no fue tan pronunciada, al caer un 11,3%.
Por su parte, la inversión de las empresas también sufrió un revés importante. El desembolso en infraestructura, como las plataformas petroleras, se hundieron un 35%, mientras que el gasto en equipos se redujo en un 37,7%. Ambos marcando caídas históricas. La inversión en nuevas viviendas también se redujo en un 38,7% mientras el nivel de inventarios se redujo en una tasa anual de 234.600 millones de dólares, en comparación con la caída de 80.000 millones de dólares del primer trimestre.
y por estos lares auguran entre el 9,9 y el 11 %.
Estamos tan pobres que ni se nota la nueva miseria.