"—La sequía que está atravesando Brasil también influye en esto. Brasil está sufriendo una falta de agua muy importante, hay ríos con cotas que reflejan una bajante que es histórica. Seguramente, es otro factor que dificulta que se afiance un cambio en el patrón de humedad. Pero más allá de esta situación coyuntural, podríamos estar yendo hacia un cambio estructural de lluvias. [BP3]
—¿Por qué decís eso?
—En los últimos 20 años, Brasil perdió por incendios y desforestación unos 28 millones de hectáreas de bosque primario (según datos de World Research Institute). Por año, serían 1,5 M ha, pero en el 2022 fueron más incluso, se perdieron 1,7 M ha y en el 2023, 1,2 M ha. En lo que va de este año, los incendios han sido más importantes y se estima que van a superarse esos números. No es la primera vez que destacamos la importancia que tiene la humedad que viene de allí para el clima de Argentina. Lo primero que te voy a decir, ya lo sabés: un árbol bien desarrollado, un árbol con una copa de 20 metros de diámetro, transpira, o sea le aporta a la atmósfera, 1.000 litros de agua por día; una hectárea de bosque, 40.000 litros de agua por día. Este es un factor muy importante, a tal punto que a esos flujos de humedad se le llaman “ríos voladores”. Esta columna de agua es tan fundamental para Argentina que nuestra pampa húmeda es húmeda mayormente por este efecto. La desforestación del Amazonas está debilitando este aporte más de lo que pensamos. Lo empezamos a notar porque cada vez es más recurrente la situación de falta de agua. La humedad que proviene del Amazonas es la columna vertebral de las lluvias que se desarrollan en la región pampeana. A esa humedad se le suma o se le resta humedad proveniente de forzantes disruptivos como los de escala planetaria, “Niña, Niño” y Atlántico, y los de escala regional, centros de alta o baja presión, etc. Esa humedad llega incluso hasta el sur de Buenos Aires, dónde el límite lo pone la circulación fría patagónica. "
Extracto de una nota en la BCR
https://www.bcr.com.ar/es/mercados/gea/sobre-gea/noticias/sequia-nina-mas-corta-y-debil-y-la-espera-de-un-cambio-de-escenario
Se abre el debate
—¿Por qué decís eso?
—En los últimos 20 años, Brasil perdió por incendios y desforestación unos 28 millones de hectáreas de bosque primario (según datos de World Research Institute). Por año, serían 1,5 M ha, pero en el 2022 fueron más incluso, se perdieron 1,7 M ha y en el 2023, 1,2 M ha. En lo que va de este año, los incendios han sido más importantes y se estima que van a superarse esos números. No es la primera vez que destacamos la importancia que tiene la humedad que viene de allí para el clima de Argentina. Lo primero que te voy a decir, ya lo sabés: un árbol bien desarrollado, un árbol con una copa de 20 metros de diámetro, transpira, o sea le aporta a la atmósfera, 1.000 litros de agua por día; una hectárea de bosque, 40.000 litros de agua por día. Este es un factor muy importante, a tal punto que a esos flujos de humedad se le llaman “ríos voladores”. Esta columna de agua es tan fundamental para Argentina que nuestra pampa húmeda es húmeda mayormente por este efecto. La desforestación del Amazonas está debilitando este aporte más de lo que pensamos. Lo empezamos a notar porque cada vez es más recurrente la situación de falta de agua. La humedad que proviene del Amazonas es la columna vertebral de las lluvias que se desarrollan en la región pampeana. A esa humedad se le suma o se le resta humedad proveniente de forzantes disruptivos como los de escala planetaria, “Niña, Niño” y Atlántico, y los de escala regional, centros de alta o baja presión, etc. Esa humedad llega incluso hasta el sur de Buenos Aires, dónde el límite lo pone la circulación fría patagónica. "
Extracto de una nota en la BCR
https://www.bcr.com.ar/es/mercados/gea/sobre-gea/noticias/sequia-nina-mas-corta-y-debil-y-la-espera-de-un-cambio-de-escenario
Se abre el debate