Chicago está sometido a la fuerte presión de la oferta que surge de América del Sur en un mundo con cuantiosos stocks.
El cuadro para la soja es el más preocupante. De acuerdo a recientes cifras del USDA, el ratio stock/consumo pasaría del 24% de la campaña 2013/14 al 31% en la correspondiente a 2014/15 a nivel mundial. Se trata del mayor porcentaje en 15 años.
En el plano global, sólo dos palancas defienden hoy las cotizaciones de los granos.
¿Cuál es la primera? Proviene de la relación entre el valor de las divisas.
Como sabemos, desde hace meses el dólar viene fortaleciéndose en términos de las principales divisas.
A mediados de marzo llegó al nivel más alto en 11 años respecto a una cesta de las principales monedas.
Por ello, el euro viene en picada.
En lo que va del año 2014 y del 2015, registra un claro comportamiento a la baja. Miremos el gráfico:
Para colmo, el real de Brasil se devalúa en términos de dólar mientras que nuestra moneda lo hace en cuenta gotas.
El valor del real ha perdido, desde comienzos de año, cerca de un 23% con lo que la soja del vecino país adquiere un nivel de competitividad superior.
La mejora del dólar, entonces, significa una peor posición para el euro y demás divisas; y ello ataca la competitividad de los granos de EE.UU y de nuestro país.
De esta forma, cada vez que el dólar eleva su valor, los precios de los granos tienden a desmejorar. Brasil contrarresta –con creces- la apreciación del dólar con una fuerte depreciación del real.
Más claro: como los commodities agrícolas cotizan en dólares, el encarecimiento de esta moneda implica una menor capacidad adquisitiva a la hora de importar granos.
Sin embargo, en los últimos días estamos notando un incipiente decaimiento en la paridad del dólar. ¿Es una buena noticia? Por cierto que sí lo es.
El gráfico permite apreciar cómo desde mediados de mes el valor del euro ha logrado subir. Y en consecuencia el del dólar, baja. Este comportamiento de las divisas es lo que explica la muy suave mejora de los precios internacionales de los granos últimamente. Basta mirar a lo sucedido en Chicago desde el lunes a la fecha.
Nuevamente, hoy 25 de marzo al mediodía, por ejemplo, el euro subió a 1,0989 dólares, frente a los 1,0908 en las primeras horas de la negociación europea en el mercado de divisas.
¿Se trata de una tendencia? Es muy difícil asegurar que sea un fenómeno duradero pero, al menos, es un aliciente.
Es posible que lo sucedido en los últimos días – a partir del 15 de marzo- sea un indicio de que el dólar está próximo a un techo. Bien lo muestra el proverbio árabe: los árboles no crecen hasta el cielo.
La segunda palanca proviene del panorama de siembras de EE.UU.
La escasez de humedad en gran parte de las zonas agrícolas en donde se desarrollan las variedades de trigo de invierno y en los campos prontos a empezar las labores previas a la siembra maíz; y un poco después, de soja.
Recordemos que la implantación de maíz empezará a principios de abril. Y un mes después, la de soja.
La situación del maíz se muestra más grave. El atraso en las siembras tempranas del sur y la baja humedad en el medio oeste de EE.UU. imponen un considerable temor en los mercados del norte.
Nadie tiene la última palabra, cuando la producción depende decisivamente del clima.