El momento incómodo del vice en una embajada.
Amado Boudou sorprendió el martes con su presencia en la fiesta nacional de México que dio el embajador Fernando Jorge Castro Trenti. En la sede diplomática ubicada en Belgrano sonaban los mariachis, y cientos de invitados bebían tequila, cuando apareció el vicepresidente.
Boudou hasta se quedó casi dos horas, siempre rodeado en un operativo montado por su equipo. A la hora de los discursos, el embajador Castro Trenti tuvo elogios para con Boudou, quien recientemente viajó a México para una reunión interpalamentaria, que lo hizo postergar una de las varias declaraciones a la Justicia que está afrontando.
Hubo discretos aplausos pero también silbidos no muy diplomáticos cuando se escuchó el nombre de Boudou en boca del embajador, Entre los invitados, algunos apuraron los tacos que tenían entre sus manos. Se lo vio al embajador de Alemania, Bernhard August Konrad Georg Graf von Waldersee y al secretario general de la DAIA, Jorge Knoblovits.
No es la primera vez que el vicepresidenta pasa por una situación incómoda de este tipo. En marzo de 2012, en un nuevo aniversario del atentado a la embajada de Israel, también fue silbado.
Amado Boudou sorprendió el martes con su presencia en la fiesta nacional de México que dio el embajador Fernando Jorge Castro Trenti. En la sede diplomática ubicada en Belgrano sonaban los mariachis, y cientos de invitados bebían tequila, cuando apareció el vicepresidente.
Boudou hasta se quedó casi dos horas, siempre rodeado en un operativo montado por su equipo. A la hora de los discursos, el embajador Castro Trenti tuvo elogios para con Boudou, quien recientemente viajó a México para una reunión interpalamentaria, que lo hizo postergar una de las varias declaraciones a la Justicia que está afrontando.
Hubo discretos aplausos pero también silbidos no muy diplomáticos cuando se escuchó el nombre de Boudou en boca del embajador, Entre los invitados, algunos apuraron los tacos que tenían entre sus manos. Se lo vio al embajador de Alemania, Bernhard August Konrad Georg Graf von Waldersee y al secretario general de la DAIA, Jorge Knoblovits.
No es la primera vez que el vicepresidenta pasa por una situación incómoda de este tipo. En marzo de 2012, en un nuevo aniversario del atentado a la embajada de Israel, también fue silbado.