Pero entonces confías que nada volará por los aires.
Opositor hay que serlo con el bolsillo y apostar al desastre sino quedas como un tibio.
Y ya sabes lo que hace Dios con ellos.
Opositor hay que serlo con el bolsillo y apostar al desastre sino quedas como un tibio.
Y ya sabes lo que hace Dios con ellos.