PARECIERA SER QUE:
Una bicicleta, diez rollos de alfombras estilo persa -algunas con el rótulo para la Dra-, un sillón de cuero estilo charleston, lámparas, mesas de luz, mesas ratonas, una tetera y una bandeja dorada, y dos banquetas que tienen el cartel para la Presidenta. También para la doctora se encuentran separados un sillón vintage retapizado, dos camastros de madera, varias mesas de madera, y una cama masajeadora para la mandataria: “Cama masajes Dra”, aclara el rótulo que lleva pegado.
Todos los paquetes están numerados y la gran mayoría tiene pegada sobre el empaque una foto para identificar lo que hay adentro. La operatoria comenzó hace un mes aproximadamente.
“2 pingüinos de cerámica. Florencia. ¡¡¡Muy Frágil!!!”, se lee en una de las cajas a nombre de la hija presidencial y que lleva el número 57. Seguro tendrán mucho valor sentimental, ya que a los seguidores de su padre los llamaban “pingüinos
Sillones, banquetas, televisores, microondas, lámparas, bicicletas, alfombras de estilo persas, máquinas de masaje, cuadros y obras de arte. Muchas obras de arte listas para viajar al sur, a El Calafate y a Río Gallegos, donde la Presidente tiene sus casas de descanso.
Pero este no es su único bulto, también aparecen “Florencia TV 50´Samsung”, que lleva el número 56. Además de un microondas, una caja con diez almohadones, un espejo, un cuadro con “elefantes y chinos” y una “bandeja ponchera”, entra otras cosas.
Entre los objetos ya embalados hay más de 30 cuadros, algunos de ellos son retratos de Néstor y Cristina. Lo curioso es que la Presidenta no ha incluido obras de arte en su declaración jurada, y estos cuadros, de haber sido comprados, deberían haber sido declarados en la Oficina Anticorrupción.
Y si fueron obsequios de cortesía o diplomáticos, tendrían que haberlos registrado para ser incorporados al patrimonio del Estado, como indica el artículo 18 de la Ley de Ética Pública: “Los funcionarios públicos no podrán recibir regalos, obsequios o donaciones, sean de cosas, servicios o bienes, con motivo o en ocasión del desempeño de sus funciones En el caso de que los obsequios sean de cortesía o de costumbre diplomática la autoridad de aplicación reglamentará su registración y en qué casos y cómo deberán ser incorporados al patrimonio del Estado, para ser destinados a fines de salud, acción social y educación o al patrimonio histórico- cultural si correspondiere”.
Intimidades de una mudanza inédita!!!
Una bicicleta, diez rollos de alfombras estilo persa -algunas con el rótulo para la Dra-, un sillón de cuero estilo charleston, lámparas, mesas de luz, mesas ratonas, una tetera y una bandeja dorada, y dos banquetas que tienen el cartel para la Presidenta. También para la doctora se encuentran separados un sillón vintage retapizado, dos camastros de madera, varias mesas de madera, y una cama masajeadora para la mandataria: “Cama masajes Dra”, aclara el rótulo que lleva pegado.
Todos los paquetes están numerados y la gran mayoría tiene pegada sobre el empaque una foto para identificar lo que hay adentro. La operatoria comenzó hace un mes aproximadamente.
“2 pingüinos de cerámica. Florencia. ¡¡¡Muy Frágil!!!”, se lee en una de las cajas a nombre de la hija presidencial y que lleva el número 57. Seguro tendrán mucho valor sentimental, ya que a los seguidores de su padre los llamaban “pingüinos
Sillones, banquetas, televisores, microondas, lámparas, bicicletas, alfombras de estilo persas, máquinas de masaje, cuadros y obras de arte. Muchas obras de arte listas para viajar al sur, a El Calafate y a Río Gallegos, donde la Presidente tiene sus casas de descanso.
Pero este no es su único bulto, también aparecen “Florencia TV 50´Samsung”, que lleva el número 56. Además de un microondas, una caja con diez almohadones, un espejo, un cuadro con “elefantes y chinos” y una “bandeja ponchera”, entra otras cosas.
Entre los objetos ya embalados hay más de 30 cuadros, algunos de ellos son retratos de Néstor y Cristina. Lo curioso es que la Presidenta no ha incluido obras de arte en su declaración jurada, y estos cuadros, de haber sido comprados, deberían haber sido declarados en la Oficina Anticorrupción.
Y si fueron obsequios de cortesía o diplomáticos, tendrían que haberlos registrado para ser incorporados al patrimonio del Estado, como indica el artículo 18 de la Ley de Ética Pública: “Los funcionarios públicos no podrán recibir regalos, obsequios o donaciones, sean de cosas, servicios o bienes, con motivo o en ocasión del desempeño de sus funciones En el caso de que los obsequios sean de cortesía o de costumbre diplomática la autoridad de aplicación reglamentará su registración y en qué casos y cómo deberán ser incorporados al patrimonio del Estado, para ser destinados a fines de salud, acción social y educación o al patrimonio histórico- cultural si correspondiere”.
Intimidades de una mudanza inédita!!!