La fuerte devaluación del real amenaza el débil superávit de la balanza comercial argentina
Economistas advierten que el retroceso del tipo de cambio real bilateral hará que las exportaciones al país vecino retrocedan aún más, lo que impactará en la industria local
La crisis que atraviesa Brasil que ayer hizo que el real tocará su nivel más bajo en doce años impactará en la economía argentina fundamentalmente a través del comercio bilateral, lo que traerá consecuencias tanto en materia de divisas como en el nivel de actividad, advirtieron varios economistas.
En medio del vendaval que atraviesa el país vecino, la moneda brasileña alcanzó ayer su nivel más bajo en 12 años tras retroceder un 0,23% e intercambiarse a 3,36 unidades por dólar. De esta manera, el real sumó una depreciación de 35% en el último año, lo que añade presión al peso que apenas se devaluó 11% en los últimos 12 meses.
En este sentido, según calculó el economista Federico Muñoz, el tipo de cambio real bilateral entre el peso y la moneda brasileña ya está en niveles mínimos, cercanos a los de 1998 e impacta en la balanza comercial.
Economistas advierten que el retroceso del tipo de cambio real bilateral hará que las exportaciones al país vecino retrocedan aún más, lo que impactará en la industria local
La crisis que atraviesa Brasil que ayer hizo que el real tocará su nivel más bajo en doce años impactará en la economía argentina fundamentalmente a través del comercio bilateral, lo que traerá consecuencias tanto en materia de divisas como en el nivel de actividad, advirtieron varios economistas.
En medio del vendaval que atraviesa el país vecino, la moneda brasileña alcanzó ayer su nivel más bajo en 12 años tras retroceder un 0,23% e intercambiarse a 3,36 unidades por dólar. De esta manera, el real sumó una depreciación de 35% en el último año, lo que añade presión al peso que apenas se devaluó 11% en los últimos 12 meses.
En este sentido, según calculó el economista Federico Muñoz, el tipo de cambio real bilateral entre el peso y la moneda brasileña ya está en niveles mínimos, cercanos a los de 1998 e impacta en la balanza comercial.