SOLO SEMI ???

El periodista Guillermo ‘Willy’ Kohan advirtió que la “Argentina está semi quebrada” , en términos de las obligaciones que el país tiene en dólares y la candidad de dinero que tiene en el Banco Central.

En su habitual editorial, en el programa Cada Mañana que se emite por Radio Mitre, Kohan señaló que “ el mejor de los casos en el BCRA hay 20 mil millones de dólares de libre disponibilidad, y el próximo gobierno, que recibirá aproximadamente u$s 15.000 millones, deberá atender deudas de casi u$s 50.000 millones, además de un déficit fiscal de 400.000 millones de pesos indexado al 40 o 50%”.

En este contexto, Kohan alertó que a “Argentina está semi quebrada, en términos de las obligaciones que el país tiene en dólares y la candidad de dinero que tiene en la caja (BCRA)”.

“En este escenario es imposible levantar el cepo cambiario sin sincerar la devaluación. Y esta es efectivamente parte de la herencia que el Gobierno va a dejar. Eso es lo que explicaría por qué la economía esta paralizada, y por qué las expectativas están como están, porque es muy difícil saber como se va a resolver toda esta cuestión”.

Para nada difícil, los costos del ajuste son tan grandes que van a necesitar unos cuantos años de alta inflación para enmascararlos, posteriormente se van dar cuenta que los K y la alta inflación destruyo las infraestructura argentina, y van a vender el país a alguno que quiera solventarlo, o sea lo de siempre.

Con este dólar la economía no crecerá lo que empobrecerá al conjunto , y con una devaluación habrá millones mas de pobres ....

la frazada corta ...y encima el que venga será un Gobierno débil ...

Me abstengo de hacer predicciones..............la bola de cristal se quedó sin pilas, será de Dios!!!

Scioli, el vértigo y la brújula


La visita a 6,7,8 implicó una claudicación tanto de los panelistas que habían defenestrado al gobernador bonaerense como del candidato presidencial que no objetó la mecánica de la difamación de la que fue objeto todo este tiempo.


La principal herramienta del poder, en proceso de reproducción, es el frenesí sin brújula aparente que propone para la carrera corta hasta el día de la elección.

Daniel Scioli comunicó brevemente que aceptaba a Carlos Zannini y tan sólo horas después concedía todas las posiciones en juego para conformar el Parlamento con el que, según sostiene, habrá de gobernar el país.

No había concluido el ciudadano común de leer los largos listados prebendarios de la oligarquía política, cuando Scioli desembarcó en 6,7,8, el programa de televisión que marcó a fuego la comunicación estatal en los últimos años, del mismo modo que Bernardo Neustadt y Tiempo Nuevo caracterizaron al menemismo.

El periodismo enfrentado al panel mayor de la televisión pública creyó ver una derrota de esea panoplia que ayer nomás decía que Macri, Massa y Scioli eran los candidatos de los fondos buitres y ahora ronroneaba como minino mimoso en los tobillos del candidato. Que ha dejado de ser el proyecto abstracto y ha comenzado a ser el Scioli de carne y hueso.

Es cierto. Esa visita dominguera fue la derrota de fin de ciclo para 6,7,8. Pero por desorientados que deambulen hoy sus protagonistas, no son más que alcahuetes a tiro de mendrugo. Scioli, en cambio, puede ser presidente. Su claudicación ante el panel que -con el presupuesto público como arma en la cartuchera- lo difamó a él y a todo cuanto disidente o crítico fuese puesto en el patíbulo por la Casa Rosada, tiene una envergadura política diferente.

¿Qué hubiese sido esperable de un candidato que todavía se anima a proponer en su discurso alguna variante de cambio? Que exprese con los mismos respetuosos modales con que asistió, lo inadmisible de esa deformación facciosa de la comunicación pública que -bajo pretexto de militancia- sólo tiene elogios para sus mandantes y execraciones para los disidentes.

Scioli no dijo nada. Aunque sea loable su predisposición a indultar a sus difamadores, esa no es sino una virtud personal. La política es, por definición, la justicia de una mirada más amplia.

Con una hora grabada de deglución de sapos, el panel de 6,7,8 encontró algo más valioso que su candidato: la indefinición de su candidato sobre ellos, que es toda una definición sobre la televisión estatal.

Quién sabe si Scioli reniega del vértigo que le impone Cristina, que lo va rodeando ahora para que la lapicera del 10 de diciembre jure en el Congreso sin tinta. Lo cierto es que tampoco tuvo una palabra significativa sobre la salida del general Milani. Sobre el que acechan causas de las más graves, similares a las que utilizó el poder hegemónico durante años para ejercer sobre sus críticos una portentosa extorsión moral.

El candidato oficialista eludió el tema haciendo declaraciones en las que encontró ahora que "La Cámpora es el presente y el futuro del país". Por el apuro para congraciarse, puede suponerse que está convencido de su pronóstico.

En sus cartas a John William Cooke, Perón solía comparar sus tácticas sinuosas con el dogma de la infalibilidad del Papa. Un principio del que se reía con ácido: se basa en no decir o no hacer nada, que es la única manera de asegurar lo infalible.

Cuando llegó a la Presidencia ese significante completamente vacío, tuvo que tomar decisiones y se terminó la ironía.


Por Edgardo Moreno emoreno@lavozdelinterior.com.ar

Bla, bla bla, en octubre les volvemos a romper el "bolsillo" del saco!!!!

Si, después de Octubre, pasaran cosas interesantes.................