Las 2 horas y media que habló la Presidenta previo a la cena de los Industriales en Tecnópolis, para muchos fueron demasiado. Con una retórica predecible y siempre criticando a los medios y a la oposición, muchas quejas surgieron por el discurso presidencial.
Uno de los que no aguantó y se levantó a la mitad de la larga exposición de Cristina fue el embajador de Brasil, Everton Vieira Vargas, que tras agotar la segunda panera de la mesa 1, se levantó indignado, según algunos presentes.
La molestia no fue casual: se dio justo cuando la primera mandataria comparaba la economía argentina con la de Brasil, y marcaba “mejores decisiones que se tomaron desde su gobierno”. Cristina, al culminar, destacó que había hablado sin agraviar a nadie.
Uno de los que no aguantó y se levantó a la mitad de la larga exposición de Cristina fue el embajador de Brasil, Everton Vieira Vargas, que tras agotar la segunda panera de la mesa 1, se levantó indignado, según algunos presentes.
La molestia no fue casual: se dio justo cuando la primera mandataria comparaba la economía argentina con la de Brasil, y marcaba “mejores decisiones que se tomaron desde su gobierno”. Cristina, al culminar, destacó que había hablado sin agraviar a nadie.