En estos últimos años hemos asistido en América Latina, a una cada vez más creciente tendencia de algunos jefes de estado, por defenderse atacando. Es el caso de Venezuela, Ecuador, Bolivia y Argentina se han aventado acciones de “golpismo” cada vez que desde los espacios de oposición (político o social) se jaquea al poder y se los coloca en una posición incómoda, ya sea ante la opinión pública por casos de corrupción, autoritarismo o manipulación.
Esta invención de los populistas de ver golpistas por todos lados tiene una génesis por propio defecto, en lo que son y de dónde salieron. En el caso de Venezuela, el más paradigmático, Chávez un militar de derecha reconvertido, vio en el poder las chances de su vida y los “golpes” fueron su comidilla diaria.
El kirchnerismo, por su parte, usó siempre el “golpe” para desbancar a los que no les gustó y poner a su antojo a quien quiso.
(Agencia OPI Santa Cruz)
Esta invención de los populistas de ver golpistas por todos lados tiene una génesis por propio defecto, en lo que son y de dónde salieron. En el caso de Venezuela, el más paradigmático, Chávez un militar de derecha reconvertido, vio en el poder las chances de su vida y los “golpes” fueron su comidilla diaria.
El kirchnerismo, por su parte, usó siempre el “golpe” para desbancar a los que no les gustó y poner a su antojo a quien quiso.
(Agencia OPI Santa Cruz)