Como ya saben casi todos los que se interesan en el tema, está previsto que el ARSAT-2 sea puesto en órbita el próximo miércoles. Esta semana el NASASpaceFlight.com, un sitio estadounidense de noticias dedicado a la actividad espacial, publicó un artículo de Alejandro G. Belluscio, alguien muy informado sobre los desarrollos tecnológicos en Argentina.
“ARSAT-2: Argentina se consolida como líder latinoamericano en satélites
Cuando el Ariane 5 sea lanzado el 30 de septiembre, la posición orbital geoestacionaria 81° Oeste finalmente tendrá el ocupante estable que se le ha prometido desde hace más de 17 años. Puesto en órbita junto al satélite Sky Muster, ARSAT-2 es el segundo satélite geoestacionario diseñado y fabricado en la Argentina, y en toda América Latina.
ARSAT-2 es el gemelo más joven de ARSAT-1. Es una copia cercana del primer satélite argentino en órbita geosincrónica, diferenciado sólo en la carga útil y las estructuras asociadas.
La historia comenzó con la decisión argentina de aferrarse a las dos posiciones orbitales asignadas al país – en 71,8 y 81 grados oeste – por la UIT (Unión Internacional de Telecomunicaciones).
El punto de inflexión para estos esfuerzos espaciales fue la cancelación del Programa Cóndor en 1993. Desde sus inicios, la investigación espacial se había hecho por, o con el apoyo de las fuerzas armadas. La presión internacional (N.T.: léase EE.UU.) para poner fin al programa de misiles balísticos de medio alcance también significó la extinción de la mayoría de las investigaciones relacionadas con el espacio en el país.
“ARSAT-2: Argentina se consolida como líder latinoamericano en satélites
Cuando el Ariane 5 sea lanzado el 30 de septiembre, la posición orbital geoestacionaria 81° Oeste finalmente tendrá el ocupante estable que se le ha prometido desde hace más de 17 años. Puesto en órbita junto al satélite Sky Muster, ARSAT-2 es el segundo satélite geoestacionario diseñado y fabricado en la Argentina, y en toda América Latina.
ARSAT-2 es el gemelo más joven de ARSAT-1. Es una copia cercana del primer satélite argentino en órbita geosincrónica, diferenciado sólo en la carga útil y las estructuras asociadas.
La historia comenzó con la decisión argentina de aferrarse a las dos posiciones orbitales asignadas al país – en 71,8 y 81 grados oeste – por la UIT (Unión Internacional de Telecomunicaciones).
El punto de inflexión para estos esfuerzos espaciales fue la cancelación del Programa Cóndor en 1993. Desde sus inicios, la investigación espacial se había hecho por, o con el apoyo de las fuerzas armadas. La presión internacional (N.T.: léase EE.UU.) para poner fin al programa de misiles balísticos de medio alcance también significó la extinción de la mayoría de las investigaciones relacionadas con el espacio en el país.