En varias dependencias de la administración pública se sucedieron despidos en el último mes, principalmente por la revisión de contratos. Un caso particular es el de Fabricaciones Militares, dependiente del Ministerio de Defensa que conduce Julio Martínez, donde se cesantearon unos 140 empleados. El dato curioso es que algunos de ellos cumplían funciones incompatibles con una fábrica de armamentos y municiones.
Desde 2011, se nombraron en Fabricaciones Militares aproximadamente 1.000 personas en sus distintos establecimientos. Solo en la sede de avenida Cabildo 65, en la ciudad de Buenos Aires, la plantilla pasó de 100 a 500 empleados.
La anterior gestión de la cartera de Defensa, conducida por Agustín Rossi, fue cuestionada por la pérdida de miles de proyectiles y un misil. Ahora, la empresa dependiente de dicho ministerio disparó otra polémica, ya que allí habría funcionado un "centro de propaganda kirchnerista", que incluía desde un estudio de televisión hasta la adquisición de maquinaria para la impresión de diarios y revistas.
Igual de llamativo resulta el hecho de que las nuevas autoridades detectaron que en Fabricaciones Militares existía un área específica de monitoreo de redes sociales integrada por 30 personas y que ahora integran el total de 140 despidos generados en la última semana.
A los 30 "tuiteros", se suman una docena de diseñadores gráficos, editores, camarógrafos, periodistas y técnicos audiovisuales, profesionales cuya función nada tiene que ver con el carácter de esa institución militar.
A PONER ORDEN SE HA DICHO..
Desde 2011, se nombraron en Fabricaciones Militares aproximadamente 1.000 personas en sus distintos establecimientos. Solo en la sede de avenida Cabildo 65, en la ciudad de Buenos Aires, la plantilla pasó de 100 a 500 empleados.
La anterior gestión de la cartera de Defensa, conducida por Agustín Rossi, fue cuestionada por la pérdida de miles de proyectiles y un misil. Ahora, la empresa dependiente de dicho ministerio disparó otra polémica, ya que allí habría funcionado un "centro de propaganda kirchnerista", que incluía desde un estudio de televisión hasta la adquisición de maquinaria para la impresión de diarios y revistas.
Igual de llamativo resulta el hecho de que las nuevas autoridades detectaron que en Fabricaciones Militares existía un área específica de monitoreo de redes sociales integrada por 30 personas y que ahora integran el total de 140 despidos generados en la última semana.
A los 30 "tuiteros", se suman una docena de diseñadores gráficos, editores, camarógrafos, periodistas y técnicos audiovisuales, profesionales cuya función nada tiene que ver con el carácter de esa institución militar.
A PONER ORDEN SE HA DICHO..