(Por Walter Onorato - @WalterOnorato) EnOrsai venimos siguiendo con detenimiento este flagelo que es un ataque directo a las arcas del estado que repercute a toda la sociedad, cuando ese dinero, producto de la evasión no llega a salud, educación o seguridad.
En este breve articulo vamos a prestar atención en un detalle no menor. La extensa mano de obra con la que cuentan los contrabandistas. Remarquemos que estos trabajadores son víctimas y no delincuentes como los productores sojeros que son los verdaderos dueños de los granos.
Por ejemplo, en la zona donde más visiblemente se observa el contrabando de soja en nuestro pais es en el río Uruguay, específicamente en la costa de la localidad misionera de El Soberbio donde se emplea "mucha mano de obra para llevar a cabo dicha tarea."
En realidad nos referimos a simples operarios que cosen las bolsas que son llenadas con unos 60 kilos de cereales, especialmente soja. Trabajan en grandes galpones con maquinas de cocer y son sitios que en la zona todo el mundo conoce pero que el Gobernador de Misiones y toda su estructura gubernamental "no puede encontrar".
También se debe mencionar a los verdaderos "especialistas" encargados de cruzar las bolsas con un bote a motor. Conocedores del río llevan con rapidez los bultos a la costa brasilera. Según el portal "NEA Hoy" en esta función se encuentran unas 15 a 20 personas trabajando diariamente en cada puerto clandestino.
Estos últimos son los que llevan la tarea más arriesgada, porque sobre el río los agrocontrabandistas pierden la protección del Gobernador ya que es jurisdicción de Prefectura, que casi a diario hace detenciones de barcazas cuando son encontrados "in fraganti" cargando las bolsas de cereales en los puertos clandestinos.
Pero la lista de trabajadores al servicio de los sojeros es más larga. No debemos olvidar los capataces que controlan cada etapa del proceso, los camioneros, los paseros, los que prestan su propiedades para el acopio de los cereales y por supuesto, los changarines.