Luego de leer una serie de recomendaciones para los argentinos que viajen a su país, un uruguayo decidió hacer su propia lista de consejos humorísticos, los cuales decidió publicar en una carta del Correo de Lectores del diario La Nación.
"La agencia Télam enunció una serie de consejos a los argentinos que llegan a veranear al Uruguay. Son bastante discutibles, así que como uruguayo aquí les agrego otros cinco", argumentó Enrique Alzugaray.
Y enumeró: "1) Disimulen el acento porteño, preferimos mil veces que nos hablen en taiwanés o afgano antes que oír ese acento porteño autosuficiente.
2) Caminen como Dios manda, no con ese pasito cortito y compadrón que tienen y que es inaguantable. Se los ve venir y hasta el barrio en que viven en Buenos Aires parece olerse de lejos.
3) Bajen el tono de voz, ya sabemos que hay porteños por acá, los venimos escuchando desde la Mansa. Hablen más bajo, no es necesario alardear a los gritos.
4) No hagan tantas preguntas al cuete, ésa es otra manera que tienen ustedes de hacerse ver. Preguntan hasta por las obviedades más grandes. Miren que los orientales no venimos al mundo con la misión de evacuarles sus consultas.
5) No nos elogien tanto, no precisamos que nos pasen a cada rato la mano por el lomo. Déjense de jorobar con que aman el Uruguay, nadie ama al Uruguay, ni siquiera nosotros mismos".
Tras esto, concluyó: "Habría más para decirles, pero esto es lo más importante. Disfruten de nuestras costas y vuelvan cuando quieran. Tampoco nos prometan nada, bastante tenemos con verlos llegar cada año y saberlos hermanos (pese a todo)".
"La agencia Télam enunció una serie de consejos a los argentinos que llegan a veranear al Uruguay. Son bastante discutibles, así que como uruguayo aquí les agrego otros cinco", argumentó Enrique Alzugaray.
Y enumeró: "1) Disimulen el acento porteño, preferimos mil veces que nos hablen en taiwanés o afgano antes que oír ese acento porteño autosuficiente.
2) Caminen como Dios manda, no con ese pasito cortito y compadrón que tienen y que es inaguantable. Se los ve venir y hasta el barrio en que viven en Buenos Aires parece olerse de lejos.
3) Bajen el tono de voz, ya sabemos que hay porteños por acá, los venimos escuchando desde la Mansa. Hablen más bajo, no es necesario alardear a los gritos.
4) No hagan tantas preguntas al cuete, ésa es otra manera que tienen ustedes de hacerse ver. Preguntan hasta por las obviedades más grandes. Miren que los orientales no venimos al mundo con la misión de evacuarles sus consultas.
5) No nos elogien tanto, no precisamos que nos pasen a cada rato la mano por el lomo. Déjense de jorobar con que aman el Uruguay, nadie ama al Uruguay, ni siquiera nosotros mismos".
Tras esto, concluyó: "Habría más para decirles, pero esto es lo más importante. Disfruten de nuestras costas y vuelvan cuando quieran. Tampoco nos prometan nada, bastante tenemos con verlos llegar cada año y saberlos hermanos (pese a todo)".