Por si no lo sabe, según cuentan, la expresión "colimba" proviene de las iniciales de "corra, limpia barre" (me recuerda que cuando yo la hice nos indicaban que todo lo que crece se corta, lo que está quieto se pinta y lo que camina se saluda). No ha sido un intendente aislado. Por la repercusión que tuvo son varios los que creen que parte de la cuestión social, en particular la vida de los jóvenes que ni estudian ni trabajan, se soluciona con el orden militar.
Más allá que yo y muchos mas lo vivimos como una privación ilegítima de la libertad, el servicio militar obligatorio, no tiene respuesta a los problemas de la cuestión social planteada hoy. Cuando fue impuesto (1901), implicaba un modo sencillo de hacerse de un ejercito nacional inexistente; era también un mecanismo de inculcar los valores de la patria en argentinos que probablemente ni sabían que lo eran y en esas circunstancias si, también podía servir como un modo de alfabetización y de vinculación con elementos de las sociedades modernas para diversos espacios (aunque su objetivo primordial, era el de contar con un ejército regular). En la actualidad ninguno de esos fines parecen ser un tema de agenda: ni la necesidad de un ejercito más nutrido, ni el reforzamiento de las lealtades a la patria, ni que se convierta en una escuela de educación formal. Un servicio militar no podrá ayudar en nada de los problemas que los "ni ni" sufren hoy en la Argentina. Por el contrario, lo excluidos sabrán, otra vez, que la cara principal del Estado es una cara violenta, emparentada con las armas. A jóvenes que no tienen contención familiar, que no han podido completar el ciclo educativo, que no tienen trabajo ¿qué les podrá aportar un año en alguna rama de las Fuerzas Armadas? Necesitan, por el contrario, de un Estado presente que los sostenga, que los aliente a finalizar sus estudios (como el plan PROGRESAR) a ayudarlos a insertarse en el mundo de lo productivo, a restablecer lazos con el conjunto de la sociedad. No son problemas de disciplina lo que sufren; es la falta de horizonte lo que se les presenta. Los índices hablan de un aumento de los suicidios en los jóvenes entre 15 y 25 años ¿solucionamos eso con un régimen, militar de duchas frías a las 6 de la mañana y obediencia sin planteos? ¿Es un año de rigor lo que mejorará la situación de esos pibes? ¿y las chicas? ¿Lo piensan también para las mujeres? No me burlo de quienes lo estén defendiendo. En todo caso hay mas responsabilidad en la academia por no generar propuestas creativas respecto de una realidad instalada como es la vida de los chicos en los espacios vulnerables o pobres.
No podemos, de ninguna manera, retroceder en las respuestas a planteos nuevos derivados de la cuestión social. La colimba los tendrá "atados" mas que contenidos, durante un año y luego sus vidas seguirán en la misma situación que antes. Porque quienes hemos pasado por allí, además de armar mejor nuestras camas y doblar la ropa, no nos hemos llevado nuevas herramientas para nuestra vida.
Publicado por Sergio De Piero