La duración del mandato o la continuidad institucional no está tic tac.
Pero es la máquina de triturar esperanzas de cambio de nosotros, sus votantes.
No creía en el milagro económico. Pero deseaba intensamente el fin de DERECHOS HUMANOS S.A.
Los Carlotto, Bonafini y la manga de parientes de los asesinos románticos de los setenta devenidos en burocrática clase vividores del estado imbécil.
Hoy la radio habla del delegado del papa exigiendo a la ministra Stanley. Todos pusilánimes. Unos y otros.
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