-Un camino minado a partir de diciembre del 2019. Pero antes tampoco es un camino de rosas que generarían los desembolsos acordados con el FMI.
-En el último bimestre de 2018 vencen u$s 25.550 M (u$s 8.894 M en noviembre y u$s 16.656 M en diciembre) y durante todo 2019 vencen otros u$s 56.745 M (u$s 44.228 M en bonos y u$s 12.517 M en letras -Letes, Lebacs, Lecaps y Leliqs-).
-De aquí a fin de 2019 hay vencimientos por u$s 82.295 M, cuando los desembolsos acordados con el FMI son sólo de u$s 36.000 M (u$s 13.000 M para este año y u$s 23.000 M para el 2019). -Es decir, faltaría cubrir más de la mitad de los vencimientos (56,25%), algo así como u$s 46.000 M, que habría que financiar en los mercados. Lo que diagrama un año sumamente peligroso y virtualmente explosivo porque puede no haber renovaciones dadas las incertidumbres existentes.
-En este sentido, los vencimientos para el Gobierno que resulte elegido en 2019 serán altísimos: entre 2020 y 2023 vencerán u$s 131.096 M (ver gráfico), cuando el FMI sólo desembolsará u$s 6.000 M en 2020, debiendo comenzar a pagarse los u$s 57.000 M prestados a partir de 2021.
-El cronograma de obligaciones a enfrentar para el próximo Gobierno es todavía mayor, luciendo para la mayoría de los analistas como prácticamente incumplible.
-No es casualidad que los mercados abiertos del exterior para este Gobierno ya estén cerrados y sólo pueda financiarse con el FMI.
-El Gobierno de Macri está siendo sindicado por los mercados técnicamente como país en default porque no se cree que se pueda seguir pagando la deuda sin reestructurarla, pedir quitas o simplemente declararse en banca rota