Si bien el actual gobierno tiene cientos de periodistas propios, no ha logrado que ninguno pueda medir un céntimo de rating, tanto los que inventó como los que cooptó, mucho peor estos últimos que si antes de hacerse K tenían algún valor propio, al oficializarse directamente lo perdieron.
Entonces, tal como a la tevé oficialista rentada ya no la ven ni siquiera los kirchneristas, para seguir el combate el gobierno apela a figuras más populares como Rial o Ventura sólo porque se oponen a Tinelli o Lanata y sirven para defender a Lázaro Báez y sus secuaces, con lo que logran quedar ubicados en el lado que menos les conviene en la batalla televisiva. Porque a mediáticos como Rial o Ventura la gente los ve pero no les cree nada en absoluto. Sólo les atrae que transformen los chismes de los famosos en material de entretenimiento, pero no son formadores de opinión.
Entonces, tal como a la tevé oficialista rentada ya no la ven ni siquiera los kirchneristas, para seguir el combate el gobierno apela a figuras más populares como Rial o Ventura sólo porque se oponen a Tinelli o Lanata y sirven para defender a Lázaro Báez y sus secuaces, con lo que logran quedar ubicados en el lado que menos les conviene en la batalla televisiva. Porque a mediáticos como Rial o Ventura la gente los ve pero no les cree nada en absoluto. Sólo les atrae que transformen los chismes de los famosos en material de entretenimiento, pero no son formadores de opinión.