¿Argentina entró en default? Si. Más allá de la retórica del Gobierno, la cláusula de los bonos (Indenture) estipula claramente que el pago se completa cuando el dinero llega al tenedor del bono. El depósito del dinero en el BoNY no es suficiente. De este modo, al no completarse toda la cadena de pago, se dispara la primera causal de evento de default señalado en el prospecto de deuda: el no pago. Por este motivo, el ISDA ya ha declarado el default y se han disparado los CDS, argumento que también fue ratificado por Griesa en la audiencia de hoy.
¿Puede darse una aceleración de los bonos? Es uno de los próximos eventos posibles. Requiere que al menos el 25% de los tenedores de alguna serie de bonos soliciten la aceleración de los pagos, lo que puede efectuarse dentro de los 60 días transcurridos desde la cesación de pagos. Para ello se requiere una resolución escrita en la que se demande dicha cancelación. Es posible que los tenedores de bonos Par la soliciten, ya que para ellos la aceleración implicaría una ganancia financiera, aunque no parece atractivo para los tenedores de Discount y Globales. La deuda en bonos Par de legislación extranjera asciende a casi 15 mil millones de dólares. Hasta ahora, solo los tenedores de Discount pueden pedirla, ya que son aquellos que no han cobrado el 30 de Junio pasado. Los tenedores de Par podrían recién a partir del 30 de Septiembre, que sería cuando estos títulos entren en default. De haber aceleración, Argentina podría curarla dentro de ese plazo, ya sea pagándola o acordando el retiro de la solicitud por parte del 50% de los tenedores de la serie. Sin embargo, teniendo en cuenta los posibles montos involucrados, parece probable que deba efectuarse una nueva reestructuración, lo que sería un dolor de cabeza, incluyendo buitres 2.0. En caso de que no haya aceleración, todo quedaría en un limbo jurídico.
¿Puede darse un cross default? Se daría en caso de aceleración y no cura de la deuda acelerada. Esto convertiría en exigible a toda la deuda reestructurada y retrotraería la situación al año 2005. Gracias a esta cláusula, los tenedores de bonos no defaulteados pueden reclamar ser considerados en igual situación, lo que dispararía un incumplimiento de toda la deuda con legislación extranjera, por unos 35 mil millones de dólares.
¿Como sigue esto? Hay varios escenarios posibles. En primer lugar, puede haber un acuerdo privado, que lleve a la reimposición del Stay y normalice la situación a corto plazo. Puede haber espacio para un acuerdo privado win-win de este tipo, en especial con grandes tenedores de deuda canjeada, como pueden ser los bancos extranjeros, que se verían favorecidos por la revalorización de sus títulos. En segundo lugar, Griesa puede destrabar una parte del pago a los acreedores y el resto acreditarlo a los buitres, dándole la opción a Argentina a completar el pago a los acreedores sin bloquearlo. Este esquema haría muy breve al default, no dispararía la RUFO y daría tiempo para negociar una salida global. En tercer lugar, podría dispararse la aceleración de los bonos y llevar esto a una nueva reestructuración, lo que implicaría más tiempo y costos elevados. Las negociaciones serían muy complicadas, con Buitres 2.0 que buscarán cobrar el 100% en efectivo. En cuarto lugar, la deuda podría seguir en default, pero sin aceleraciones. Esto daría espacio para negociar un acuerdo, con los buitres y los “me toos” luego de diciembre, una vez vencida la RUFO, que involucre pagos en bonos. Por último, podría haberse acordado con los acreedores eliminar la cláusula RUFO mucho tiempo antes, aunque el Gobierno no mostró interés en tal iniciativa.
¿Puede darse una aceleración de los bonos? Es uno de los próximos eventos posibles. Requiere que al menos el 25% de los tenedores de alguna serie de bonos soliciten la aceleración de los pagos, lo que puede efectuarse dentro de los 60 días transcurridos desde la cesación de pagos. Para ello se requiere una resolución escrita en la que se demande dicha cancelación. Es posible que los tenedores de bonos Par la soliciten, ya que para ellos la aceleración implicaría una ganancia financiera, aunque no parece atractivo para los tenedores de Discount y Globales. La deuda en bonos Par de legislación extranjera asciende a casi 15 mil millones de dólares. Hasta ahora, solo los tenedores de Discount pueden pedirla, ya que son aquellos que no han cobrado el 30 de Junio pasado. Los tenedores de Par podrían recién a partir del 30 de Septiembre, que sería cuando estos títulos entren en default. De haber aceleración, Argentina podría curarla dentro de ese plazo, ya sea pagándola o acordando el retiro de la solicitud por parte del 50% de los tenedores de la serie. Sin embargo, teniendo en cuenta los posibles montos involucrados, parece probable que deba efectuarse una nueva reestructuración, lo que sería un dolor de cabeza, incluyendo buitres 2.0. En caso de que no haya aceleración, todo quedaría en un limbo jurídico.
¿Puede darse un cross default? Se daría en caso de aceleración y no cura de la deuda acelerada. Esto convertiría en exigible a toda la deuda reestructurada y retrotraería la situación al año 2005. Gracias a esta cláusula, los tenedores de bonos no defaulteados pueden reclamar ser considerados en igual situación, lo que dispararía un incumplimiento de toda la deuda con legislación extranjera, por unos 35 mil millones de dólares.
¿Como sigue esto? Hay varios escenarios posibles. En primer lugar, puede haber un acuerdo privado, que lleve a la reimposición del Stay y normalice la situación a corto plazo. Puede haber espacio para un acuerdo privado win-win de este tipo, en especial con grandes tenedores de deuda canjeada, como pueden ser los bancos extranjeros, que se verían favorecidos por la revalorización de sus títulos. En segundo lugar, Griesa puede destrabar una parte del pago a los acreedores y el resto acreditarlo a los buitres, dándole la opción a Argentina a completar el pago a los acreedores sin bloquearlo. Este esquema haría muy breve al default, no dispararía la RUFO y daría tiempo para negociar una salida global. En tercer lugar, podría dispararse la aceleración de los bonos y llevar esto a una nueva reestructuración, lo que implicaría más tiempo y costos elevados. Las negociaciones serían muy complicadas, con Buitres 2.0 que buscarán cobrar el 100% en efectivo. En cuarto lugar, la deuda podría seguir en default, pero sin aceleraciones. Esto daría espacio para negociar un acuerdo, con los buitres y los “me toos” luego de diciembre, una vez vencida la RUFO, que involucre pagos en bonos. Por último, podría haberse acordado con los acreedores eliminar la cláusula RUFO mucho tiempo antes, aunque el Gobierno no mostró interés en tal iniciativa.