El Estado ponía millones y millones en la fábrica de aviones, donde el principal proyecto, el Pampa III, está paralizado y los otros planes de producción corren la misma suerte. Los nuevos directivos realizan una exhaustiva auditoría por el presunto desvío de millones de dólares.
La estatización de la Fábrica Argentina de Aviones (Fadea), hace ya 4 años, había generado grandes expectativas en la industria local. Sin embargo, las esperanzas se fueron diluyendo tras las sucesivas presentaciones del “inminente” arranque de producción. Hoy, en los grandes galpones no hay señales de que los diferentes proyectos anunciados logren levantar vuelo.
El Gobierno puso US$180 millones en Fadea, aunque la cifra sería mucho mayor entre en sueldos, capital de trabajo y deudas.
Además de los 40 aviones IA-63 Pampa III para la Fuerza Aérea Argentina, en Fadea también debían construirse los helicópteros chinos CZ-11 (se cayó el acuerdo con los chinos), piezas para el KC-390 de Embraer (con demoras) y aviones de entrenamiento Grob.
En abril pasado, la Justicia decretó la quiebra de la fábrica de las cosechadoras que el Gobierno nacional presentó para ser exportadas a Angola pero que nunca funcionaron.
El juez Leonardo Portela de Concepción del Uruguay dispuso la quiebra de la empresa Grandes Máquinas Senor, radicada en el puerto uruguayense, que había recibido grandes préstamos del gobierno entrerriano y anunciaba la fabricación de cosechadoras, que nunca concretó.
Los empresarios Ricardo Senor, padre e hijo, y Sergio Scravaglieri, deben alrededor de siete millones de pesos al estado provincial, en total 10 millones sumando las deudas con otros proveedores.
El Fondo de Inversiones de Entre Ríos reclama $6.052.707 y la Afip $778 mil; mientras la Administradora Tributaria de Entre Ríos (Ater), pide $250.000.
En marzo se conoció que el Tronador II, el vector que se supone que va a poner en órbita satélites argentinos y que el Gobierno advirtió que no se trataba de “un tótem tecnológico” expuesto en Tecnópolis “sino de una de las piezas que mejor representa al futuro”, recorrió 2 metros y se estrelló durante la prueba de lanzamiento realizada en Punta Indio.
El proyecto pertenece a La Comisión Nacional de Actividades Espaciales (CONAE), una especia de NASA argentina. El portal de Tecnópolis explicaba así las expectativas del programa Tronador: “Una copia a tamaño real del vector (mal llamado cohete) Tronador II, emplazado frente a la entrada del pabellón, invita a viajar al espacio y conocer cómo la Agencia Espacial Argentina lleva adelante el Plan Espacial Nacional 2004-2015 con el objetivo de desarrollar y producir tecnología, información y conocimiento para el beneficio de la sociedad.”
El proyecto espacial del kirchnerismo, en el marco del cual lanzó el Tronador II, cuesta al estado unos 2.000 millones de pesos para conseguir la tecnología de llevar un satélite de hasta 250 kilos al espacio. Así, el costoso proyecto de la "década ganada" cuesta 10 mil dólares por kilo... en caso de que el proyecto prospere.
Por último, entre otros fracasos, está el tren de Puerto Madero, inaugurado por Néstor y Cristina Kirchner y que recorría 16 cuadras. El recorrido tiene un alto gasto en subsidios para operar comparado con los pocos pasajeros que utilizaban el servicio, paralizado en octubre de 2012.
próximamente, siguen los fracasos..............
Y, que tal Pereda????
La estatización de la Fábrica Argentina de Aviones (Fadea), hace ya 4 años, había generado grandes expectativas en la industria local. Sin embargo, las esperanzas se fueron diluyendo tras las sucesivas presentaciones del “inminente” arranque de producción. Hoy, en los grandes galpones no hay señales de que los diferentes proyectos anunciados logren levantar vuelo.
El Gobierno puso US$180 millones en Fadea, aunque la cifra sería mucho mayor entre en sueldos, capital de trabajo y deudas.
Además de los 40 aviones IA-63 Pampa III para la Fuerza Aérea Argentina, en Fadea también debían construirse los helicópteros chinos CZ-11 (se cayó el acuerdo con los chinos), piezas para el KC-390 de Embraer (con demoras) y aviones de entrenamiento Grob.
En abril pasado, la Justicia decretó la quiebra de la fábrica de las cosechadoras que el Gobierno nacional presentó para ser exportadas a Angola pero que nunca funcionaron.
El juez Leonardo Portela de Concepción del Uruguay dispuso la quiebra de la empresa Grandes Máquinas Senor, radicada en el puerto uruguayense, que había recibido grandes préstamos del gobierno entrerriano y anunciaba la fabricación de cosechadoras, que nunca concretó.
Los empresarios Ricardo Senor, padre e hijo, y Sergio Scravaglieri, deben alrededor de siete millones de pesos al estado provincial, en total 10 millones sumando las deudas con otros proveedores.
El Fondo de Inversiones de Entre Ríos reclama $6.052.707 y la Afip $778 mil; mientras la Administradora Tributaria de Entre Ríos (Ater), pide $250.000.
En marzo se conoció que el Tronador II, el vector que se supone que va a poner en órbita satélites argentinos y que el Gobierno advirtió que no se trataba de “un tótem tecnológico” expuesto en Tecnópolis “sino de una de las piezas que mejor representa al futuro”, recorrió 2 metros y se estrelló durante la prueba de lanzamiento realizada en Punta Indio.
El proyecto pertenece a La Comisión Nacional de Actividades Espaciales (CONAE), una especia de NASA argentina. El portal de Tecnópolis explicaba así las expectativas del programa Tronador: “Una copia a tamaño real del vector (mal llamado cohete) Tronador II, emplazado frente a la entrada del pabellón, invita a viajar al espacio y conocer cómo la Agencia Espacial Argentina lleva adelante el Plan Espacial Nacional 2004-2015 con el objetivo de desarrollar y producir tecnología, información y conocimiento para el beneficio de la sociedad.”
El proyecto espacial del kirchnerismo, en el marco del cual lanzó el Tronador II, cuesta al estado unos 2.000 millones de pesos para conseguir la tecnología de llevar un satélite de hasta 250 kilos al espacio. Así, el costoso proyecto de la "década ganada" cuesta 10 mil dólares por kilo... en caso de que el proyecto prospere.
Por último, entre otros fracasos, está el tren de Puerto Madero, inaugurado por Néstor y Cristina Kirchner y que recorría 16 cuadras. El recorrido tiene un alto gasto en subsidios para operar comparado con los pocos pasajeros que utilizaban el servicio, paralizado en octubre de 2012.
próximamente, siguen los fracasos..............
Y, que tal Pereda????