Los amigos y secuaces del devenido ultra-kirchnerista, Ider Peretti, están haciendo pingues negocios con el maíz.
Manejos turbios en los permisos oficiales para exportar maíz
Sospechas en el área que dirige Augusto Costa Los distribuye la esposa del ruralista K Ider Peretti. Una empresa desconocida recibió el viernes 100.000 toneladas.
La Secretaría de Comercio, a cargo de Augusto Costa, otorgó permisos de exportación por 100.000 toneladas de maíz a una firma que tiene un solo empleado y muy pocos antecedentes en el sector cerealero. El negocio, de unos US$ 16 millones, pone en evidencia la escasa transparencia con la que el gobierno administra los ROE agrícolas: la firma pertenece a un grupo que ya había sido denunciado a la justicia por el presunto pago de coimas para obtener esos permisos. Está enrolada en la cámara del alfil de Guillermo Moreno, el ruralista kirchnerista Ider Peretti.
Se necesitarían 4.000 camiones para trasladar esas 100.000 toneladas, que podrían llenar dos o más buques graneleros. Desde la creación de los ROE, en 2008, empresas de la talla de Cargill, Bunge o Dreyfus jamás obtuvieron en un solo día permisos para exportar volumen semejante. La que batió todos los récords fue la ignota “Alimentos y Forrajes SA”, creada hace 8 años pero habilitada para exportar a granel apenas hace dos. La UCESCI (el área que extiende los ROE), aprobó los permisos velozmente: los presentaron el lunes y salieron el último viernes.
La extraña firma está vinculada a la Cámara de Productores y Exportadores de Cereales (Capeco), creada en 2009 por orden de Moreno y comandada desde entonces por su ladero, Peretti, quien también preside la CGE. Sin marco normativo ni nada parecido, esa entidad recibe cada año entre 20 y 30% de los millonarios cupos de exportación de trigo y el maíz (el resto va a los exportadores tradicionales). Fuentes del sector revelaron a Clarín que quien se ocupa últimamente de repartir los ROE entre los socios de Capeco es Daniela Borgogno, la esposa de Peretti.
Años atrás, la mujer manejaba una consignataria en Morteros, Córdoba, que dejó un tendal de deudas entre productores tras participar en la primera exportación de vacas Holando a Venezuela.
Con esa palanca, los negocios de Alimentos y Forrajes SA se han multiplicado. En 2011 esta “trader” exportó 3.255 toneladas de maíz, un año después 18.050 toneladas, el año pasado 43.192 toneladas y ahora llegó a 100.000. En el Ministerio de Agricultura también le han registrado embarques por 2.899 toneladas de trigo y unas 7.500 toneladas de aceite de soja.
La dudosa firma, que recién en abril de 2013 modificó su acta societaria para poder realizar “la importación y exportación de bienes permitidos por las disposiciones legales”, está claramente ligada a la corredora de granos Díaz Riganti. No solo porque comparten el mismo domicilio fiscal, en Maipú al 1300. En diciembre de 2012, Eduardo Díaz Riganti y su hijo Rodrigo tomaron el control de la sociedad anónima, mientras que otro de los hijos, Sebastián, es hasta ahora su único empleado registrado.
Sebastián Diaz Riganti, de poco más de 40 años, ya estuvo salpicado con otro escándalo vinculado a los ROE. Fue a principios de 2009, cuando la ex ONCCA todavía administraba esos permisos. En aquel momento, formó parte de SIPEA, una firma a la que el propio gobierno denunció ante la justicia federal por el posible pago de sobornos a funcionarios próximos a Ricardo Echegaray (que controlaba políticamente el organismo) para obtener permisos de exportación para 100.000 toneladas de trigo.