Una pareja había estado casada durante veinte años, y cada vez que hacían el amor el marido insistía que debía ser en la más absoluta oscuridad. Pero después de veinte años la mujer decidió que era hora de cambiar, y en mitad del acto sexual encendió las luces. Para su sorpresa su marido manipulaba un consolador.
- ¡Sin vergüenza! -Le gritó ella. -¡Impotente! ¡Mentiroso! ¿Cómo pudiste engañarme todos estos años? Exijo una explicación.
El marido responde:
- OK. Yo te explico lo del vibrador, pero vos me explicas porque tengo dos hijos...
- ¡Sin vergüenza! -Le gritó ella. -¡Impotente! ¡Mentiroso! ¿Cómo pudiste engañarme todos estos años? Exijo una explicación.
El marido responde:
- OK. Yo te explico lo del vibrador, pero vos me explicas porque tengo dos hijos...