Kicillof acaba de hacer realidad una advertencia fiera y desafiante de Pereyra: "Venderemos cara nuestra derrota". A lo cual, el inefable y fiel perro Mendieta respondía: "Pero don Inodoro, ¿quién nos va a comprar una derrota y, encima, cara?"...
El ministro de Economía, Axel Kicillof, parece haber adoptado algunas características de aquel fantástico personaje del genial Roberto Fontanarrosa: el gaucho Inodoro Pereyra, el "renegáu". Aquel a quien cuando le preguntaban cómo estaba respondía sin dudar: "Mal, pero acostumbrado".
¿Cómo se explica si no que Kicillof diga que hay que estar tranquilos porque la inflación anual acumulada de ningún modo es 40 por ciento, sino de 24 por ciento? Es el ministro de la Presidenta que en 2012, en la Universidad de Georgetown, en Washington, decía que "si la inflación fuera de 25 por ciento el país estallaría por el aire". ¿Estar tan cerca del estallido que predice la Presidenta es una buena noticia?
Kicillof acaba de hacer realidad una advertencia fiera y desafiante de Pereyra: "Venderemos cara nuestra derrota". A lo cual, el inefable y fiel perro Mendieta respondía: "Pero don Inodoro, ¿quién nos va a comprar una derrota y, encima, cara?".
Pero Kicillof acaba de conseguir que la Presidenta "compre" como una victoria la humillante derrota que acaba de sufrir el ministro en su intento de lograr un canje de deuda y una ampliación de 3000 millones de dólares de la emisión de bonos que pagará una próxima administración: el Bonar 2024.
Parecía una operación más o menos amigable con el mercado, pero con precios que surgían de la imposición de Kicillof y no de la voluntad o la demanda de los operadores. Kicillof bravuconeó con que el Boden 2015, que vence el año próximo, podía ser pagado completamente ahora mismo.
Casi nadie se presentó. Ése es el supuesto éxito. Lo que no se dice es que para cobrar ahora en vez de al filo de las elecciones del año próximo había que aceptar un descuento.
El mercado parece haber creído que Cristina Kirchner y Kicillof no tendrán más remedio que pagar, y mucho más caro que ahora, ese vencimiento. De otro modo, la catástrofe dejaría sin posibilidades a un eventual sucesor. Y no aceptaron la quita.
Pero el Gobierno dice ahora que eso es un signo de confianza. No dice que nadie ha querido prestarle a una tasa de casi 9% anual a 10 años, lo que le habría permitido un alivio importantísimo, refinanciando el mayor vencimiento del año próximo. "Pero fíjense, los que pensaban que la Argentina iba a estar boqueando a fin de año, hoy pudimos decirles a nuestros acreedores que estamos en condiciones de pagarles toda la deuda, y ahora sí el mundo está boqueando", dijo la Presidenta el sábado. Es extraño, lo presentó como una victoria.
Hace poco más de una semana, España colocó más de 3100 millones de euros a 10 años a sólo 2 por ciento anual, la tasa más baja de la historia para el país a ese plazo.
Pero que la Argentina ofrezca más de cuatro veces más y no aparezca nadie es visto por la Presidenta como una victoria. En términos de los personajes de El Chavo, podría haber dicho: "Les dimos de narizazos en los puños".
Pareciera que el Gobierno se conforma con mantener la economía en recesión, con inflación y caída del empleo y del poder adquisitivo con tal de "llegar" a octubre sin una convulsión social. La apuesta es que el país se resigne a esta pobre situación. Estar mal, pero acostumbrados.
Acuerdos de precios
El Gobierno desató otro ataque sobre una de sus víctimas favoritas este año: la industria automotriz. Las terminales fueron multadas con 1060 millones de pesos por la Secretaría de Comercio por haber incurrido en supuestos acuerdos de precios en la provincia de Tierra del Fuego. Es rarísimo. ¿Ocho de las once terminales participaron de un complot que merece semejante sanción para operar en un mercado tan pequeño?
Los patentamientos en 2013, el año récord para la industria automotriz en la Argentina, muestran poco más de 10.000 unidades en Tierra del Fuego, cuando en el total del país fueron más de 940.000. ¿Una brutal conspiración para no competir en apenas el 1% del mercado?
Acordar valores entre quienes deben competir es delito. Pero los funcionarios convocan a productores, distribuidores y vendedores al público a acordar el programa de Precios Cuidados, que en enero próximo cumplirá un año de vigencia. Es extraño que ningún juez o fiscal se interese por esos encuentros en ámbitos oficiales.
Mucho se especuló con que la Presidenta y Kicillof terminarán arreglando con los holdouts en enero próximo, cuando venza la famosa cláusula Rufo, pero parece que ahora esa posibilidad se aleja.
Muchos han creído que los funcionarios del equipo económico simulan algo, pero harán otra cosa. Como cuando Mendieta decía: "Don Inodoro, ¿y si usted tiene una doble personalidad?". Y "el renegáu" contestaba: "¿Usted se cree que si yo tuviera otra personalidad andaría con ésta?".