Las categóricas afirmaciones del Presidente de la Corte Suprema Ricardo Lorenzetti acerca de la investigación por el atentado a la embajada de Israel: "Hubo sentencia y es cosa juzgada" fueron calificadas como erróneas casi en forma unánime aunque, por supuesto, convenientemente minimizadas por los grandes medios.
Sin embargo, muy pocos resaltan la gravedad de este manifiesto desconocimiento del derecho en que incurrió el cortesano Lorenzetti que, a mi criterio, podría quedar englobado en una causal de juicio político previsto por la constitución: "mal desempeño de sus funciones".
En efecto, según la Constitución Argentina, los miembros del Poder Judicial gozan de estabilidad en sus cargos mientras dure su buena conducta (art. 110). Una destitución es posible sólo en caso de que se compruebe “mal desempeño” o “comisión de un delito”.
Un juez de la Corte Suprema sólo puede ser acusado por “mal desempeño” en un juicio político que tramita en el Poder Legislativo: la Cámara de Diputados actúa como órgano acusador (a la manera de un fiscal de un juicio penal común) y la Cámara de Senadores, como tribunal de juicio.
Sin embargo, muy pocos resaltan la gravedad de este manifiesto desconocimiento del derecho en que incurrió el cortesano Lorenzetti que, a mi criterio, podría quedar englobado en una causal de juicio político previsto por la constitución: "mal desempeño de sus funciones".
En efecto, según la Constitución Argentina, los miembros del Poder Judicial gozan de estabilidad en sus cargos mientras dure su buena conducta (art. 110). Una destitución es posible sólo en caso de que se compruebe “mal desempeño” o “comisión de un delito”.
Un juez de la Corte Suprema sólo puede ser acusado por “mal desempeño” en un juicio político que tramita en el Poder Legislativo: la Cámara de Diputados actúa como órgano acusador (a la manera de un fiscal de un juicio penal común) y la Cámara de Senadores, como tribunal de juicio.