Martín Lousteau subió un mensaje en youtubbe felicitando al gobierno de Macri por no haber prorrogado el perdón de ganancias a las empresas de juegos de azar que operan en la ciudad. La temática fue uno de los ejes que tuvo el líder de ECO en las Paso. La campaña del ex ministro de economía se basa en “evolucionar” las cosas bien hechas por el macrismo. Así aspira a llegar a la segunda vuelta.
Recordando......Néstor renovó hasta el 2032 la licencia de los bingos de sus amigos.
Casinos, bingos y tragamonedas eran una rareza hasta los 90s. El cambio empezó cuando Menem encontró el resquicio para los casinos “flotantes” de la española Cirsa y, desde la gobernación bonaerense, Duhalde abrió el camino a la también española Codere y habilitó el casino de Tigre para Boldt, otro gigante de las apuestas. Con la llegada de Kirchner, su amigo y el zar del juego en la Patagonia , Cristóbal López, irrumpió en la escena nacional. Las próximas vetas de una “industria” que crece sin control y emula el “modelo” americano.
El gobernador de la provincia de Buenos Aires renovó por decreto y hasta por 15 años las licencias de 14 bingos que aún no habían vencido, con el fin de obtener unos 1.500 millones de pesos extra para pagar en término los aguinaldos de los trabajadores de la comuna.
Algo parecido sucedió unos años atrás cuando el entonces presidente Néstor Kirchner, meses antes de terminar su mandato, renovó la licencia del casino en el Hipódromo de Palermo, que tenía vencimiento en 2017, por 15 años adicionales.
Entre los muchos negocios por los que será recordado el kirchnerismo, el de los juegos de azar ocupa un lugar extraordinario. Es difícil encontrar una actividad que, desde el año 2003, haya evolucionado más que la instalación de tragamonedas. No debe sorprender, por lo tanto, que esa explotación controvertida esté ocupando la agenda negra de la campaña electoral. En el centro de todas las disputas está, como siempre, Cristóbal López, que junto a Lázaro Báez ha sido uno de los niños mimados de la “década ganada”.
Recordando......Néstor renovó hasta el 2032 la licencia de los bingos de sus amigos.
Casinos, bingos y tragamonedas eran una rareza hasta los 90s. El cambio empezó cuando Menem encontró el resquicio para los casinos “flotantes” de la española Cirsa y, desde la gobernación bonaerense, Duhalde abrió el camino a la también española Codere y habilitó el casino de Tigre para Boldt, otro gigante de las apuestas. Con la llegada de Kirchner, su amigo y el zar del juego en la Patagonia , Cristóbal López, irrumpió en la escena nacional. Las próximas vetas de una “industria” que crece sin control y emula el “modelo” americano.
El gobernador de la provincia de Buenos Aires renovó por decreto y hasta por 15 años las licencias de 14 bingos que aún no habían vencido, con el fin de obtener unos 1.500 millones de pesos extra para pagar en término los aguinaldos de los trabajadores de la comuna.
Algo parecido sucedió unos años atrás cuando el entonces presidente Néstor Kirchner, meses antes de terminar su mandato, renovó la licencia del casino en el Hipódromo de Palermo, que tenía vencimiento en 2017, por 15 años adicionales.
Entre los muchos negocios por los que será recordado el kirchnerismo, el de los juegos de azar ocupa un lugar extraordinario. Es difícil encontrar una actividad que, desde el año 2003, haya evolucionado más que la instalación de tragamonedas. No debe sorprender, por lo tanto, que esa explotación controvertida esté ocupando la agenda negra de la campaña electoral. En el centro de todas las disputas está, como siempre, Cristóbal López, que junto a Lázaro Báez ha sido uno de los niños mimados de la “década ganada”.