Jorge Brito es uno de los banqueros más poderosos de Argentina. Accionista mayoritario del Banco Macro y presidente de la Asociación de Bancos Privados de Capital Argentino, critica con dureza al Gobierno de la peronista Cristina Fernández de Kirchner a menos de un mes de que finalice. También ataca una de las principales promesas de campaña del candidato presidencial favorito en las encuestas para los comicios del próximo día 22, el opositor Mauricio Macri, aquella de que liberaría en el inicio de su eventual gobierno el cepo (control) cambiario que rige desde hace cuatro años en su país.
Pregunta. ¿Por qué los inversores se han ilusionado tras el buen resultado de Macri en la primera vuelta de octubre pasado?
Respuesta. La primera lectura que hubo de los mercados es la de un fin de ciclo. Antes de la primera (Daniel) Scioli (candidato apoyado por Kirchner) estaba mandando mensajes amigables con el mercado y de volver a la normalidad. Después Scioli se acercó más al discurso kirchnerista. Este Gobierno en los últimos cuatro años ha hecho una cantidad de cosas que lo ha alejado del mundo. Es un Gobierno que pone el cepo cambiario para cuidar las divisas y hoy no tiene divisas, un Gobierno que miente todos los índices estadísticos, que determinan la credibilidad, un Gobierno que apuntaba a terminar con todos los problemas del CIADI (Centro Internacional de Arreglo de Diferencias Relativas a Inversiones) y del Club de París (grupo de países acreedores) y terminó yendo en sentido contrario. Este Gobierno son dos gobiernos: uno es el de Néstor Kirchner (2003-2007) y otro el de Cristina Kirchner. Ella tuvo la oportunidad, después de haber ganado con el 54% (en 2011), de ordenar las cosas de la economía, pero profundizó un modelo totalmente agotado. Se ha generado un sesgo de que todo se puede hacer desde el Estado mientras el sector privado es malo. No estoy en contra del Estado ni digo que el sector privado es más eficiente, sino que una economía se mueve en función de inversiones. Para que haya inversiones, el capital tiene que tener rentabilidad. Con inversiones se generan puestos de trabajo y entonces la gente tiene para vivir y construir. El Estado tiene que mirar que ningún sector se exceda, pero no podemos prescindir de los capitales.
Brito se opone a la promesa de Macri de liberar rápido el control cambiario
P. ¿El mercado espera que venga un ajuste muy fuerte?
R. El ajuste es el discurso del Gobierno para asustar a la gente. Yo no veo que el ajuste haya dado resultados en ninguna parte del mundo. Sí hay que ordenar: ningún país del mundo tiene 7% del PIB de déficit fiscal, ni tipo de cambio retrasado (peso caro), déficit de la balanza comercial. Simplemente hay que volver a ser competitivos. Ser competitivos no es hacer un ajuste.
P. ¿Cómo se arregla tipo de cambio y déficit fiscal sin ajuste?
R. En la economía lo más importante es la confianza. El 10 de diciembre el presidente que asuma el poder tiene que hacer un discurso en el que diga cuál es la situación de Argentina y cómo va a seguir. Es muy fácil dejar un Banco Central que tiene divisas para llegar hasta diciembre. Cualquier cambio en nuestra vida nos asusta mucho. Vamos a vivir una transición, pero no para generar más desempleo sino para vivir en un mundo mejor. Y ese mundo mejor viene con las inversiones. En Argentina hace mucho que no se invierte. Y un país no crece con 18% del PIB de inversión. Necesitás 25%.
P. ¿El mercado desea que gane Macri?
R. Si uno ve una encuesta y ve que 60% de la gente cree que va a ganar Macri y Macri gana por 10 o 13 puntos porcentuales de diferencia, no es el mercado. El mercado y la gente son lo mismo. Nadie puede creer que a mi compañía le va a ir bien si a la gente le va mal. Pero para distribuir tenemos que tener qué distribuir. Hoy en Argentina no hay qué distribuir. ¿Cuál es el mayor productor de divisas de Argentina? El campo, que este año va a sembrar 40% menos de lo que puede, por la rentabilidad. Perdimos todos los mercados de exportación de la carne, del trigo, del maíz. Esta es la política de los últimos cuatro años.
P. Pero el Gobierno dice que los bancos ganan mucho dinero…
R. No ganan dinero. Ganar significa tener rentabilidad por encima de la inflación. La rentabilidad que tenemos es de 2 o 3 puntos porcentuales por encima de la inflación. Es una rentabilidad mínima que exige un empresario en cualquier país del mundo.
P. Pero incluso la prensa crítica del Gobierno lo acusa de decirse nacional y popular y, sin embargo, los bancos ganan mucho…
R. Este país se transforma en un River-Boca, pero la política no puede ser así. Miremos los países de alrededor: la oposición no dice que está todo mal.
P. ¿Cómo se resuelve el conflicto con los 'fondos buitre', problema en el que usted quiso mediar, pero el ministro de Economía, Axel Kicillof, lo acusó de querer hacerlo con dinero del Estado?
R. Kicillof no entiende ni sabe lo que es un mercado. Yo tuve siete u ocho reuniones con Kicillof y él creía que el mercado 'negro' del dólar era movido por ocho personas para desestabilizar. Es más fácil decir que hay gente mala. En el Gobierno de Néstor Kirchner aumentaron las divisas y el dólar tuvo cuatro años de estabilidad. Es muy fácil en la vida echarle la culpa a los demás. Con los ‘holdouts’ (acreedores que rechazaron la reestructuración de deuda en 2005 y 2010, incluidos los ‘buitres’) hay que arreglar de forma justa y digna. No sé si hoy es el momento en que se puede arreglar. Posiblemente haya que demostrar a los ‘holdouts’ que Argentina puede emitir deuda sin arreglar con ellos y después ir a arreglar con ellos. Esto es una negociación. Si tengo una deuda, la tengo que saldar. Yo no le pondría una pistola al Gobierno diciéndole que en los primeros tres meses debe arreglar porque sería decirle a los 'fondos buitre' que aprovechen ese momento. Cuando nosotros intentamos solucionar el tema, era un momento en el que el Gobierno tenía dos años por delante. Pero que ahora nadie se aproveche de Argentina porque no tiene dólares el Banco Central.
P. ¿Vienen épocas duras para Argentina?
R. Si el país sale de mercado fronterizo a emergente, que puede ocurrir en 30 días, los ‘hedge funds’ (fondos de capital de riesgo) traerían ‘plata’ (dinero) rápidamente. Hay otra gente interesada en inversiones directas. Miremos los países vecinos…
P. Justamente, ¿no cree que va a pasar lo de Brasil?
R. No tiene nada que ver. La presidenta de Brasil empezó su segundo gobierno en medio de una gran crisis política, en la que desde el jefe de Gabinete hasta los diez empresarios más importantes están presos por corrupción. El problema de Brasil es político. Pero Brasil hoy tiene más de 300.000 millones de dólares en el Banco Central. Todos los países de la región tienen problemas de ingresos de divisas, no de egresos, porque, pese a sus problemas, han generado confianza. Simplemente hay que crear las reglas de juego y respetarlas.
P. ¿Se puede liberar el cepo cambiario de un día para el otro?
R. Para mí, no.
P. ¿Por qué?
R. Todo se puede, pero ¿cómo querés hacer las cosas? A mí como inversor no me cambia la vida si lo hacés de un día para el otro. A mí me importa que digas que lo vas a cambiar en un día, en 60 o 120. A mí no me gustan las políticas de ‘shock’. Prefiero políticas graduales. Si yo genero políticas de Estado que generen confianza y me tomo 180 días para liberar el mercado, en 180 días voy a haber generado confianza para el ingreso de capitales. Si yo libero el primer día, el dólar (en la actualidad, a 9,61 pesos) se me puede ir a 20 pesos y todos los precios de la economía se van a 20. Es ni más ni menos que lo que pasó en 2002: entonces el dólar llegó a 4,30 pero cuatro años después estaba a 3. Si genero confianza, el dólar puede estar a 14. Acá hay que pensar en hacer competitiva a Argentina y eso depende de muchos factores, no solo del tipo de cambio.
P. Se dice que para liberar el cepo cambiario Macri necesitaría que los exportadores agrícolas vendan la cosecha que retienen a la espera de un dólar más caro y además un crédito de los bancos. ¿Usted está dispuesto a prestar?
R. Si usted entra en esta oficina y le digo una cosa, quizás me la cree o no. Si usted viene durante 90 días y yo el día 90 le planteo una cosa, usted me va a creer porque hemos generado confianza. ¿Cuál es la ventaja de liberar el cepo el día uno o el 90 si yo le estoy diciendo que voy a generar un mercado único y libre de cambio? No estamos discutiendo adónde vamos. Tenemos que parar la emisión monetaria, pero no podemos pararla de un día para el otro. Con el déficit fiscal pasa lo mismo. Las tarifas de servicios públicos hay que subirlas, pero no a todos y hay que subirlas gradualmente.
P. ¿Argentina puede volver a confiar en su moneda, como hacen los países vecinos?
R. En la historia ha quedado demostrado que el argentino piensa en dólares. Hay que generar confianza y tener una moneda. Argentina nunca ha tenido una moneda. El presidente Kirchner tuvo cuatro años de confianza en la moneda. La gente pierde la confianza porque se desajustan las variables macroeconómicas.
P. ¿Puede gobernar alguien no peronista en Argentina?
R. Ese es un gran mito de Argentina. Me parece que siempre se busca echar la culpa a otro y no responsabilizarse uno. A (Fernando) De la Rúa (presidente argentino de 1999 a 2001) le tocó un contexto internacional complicado, pero él mismo fue responsable.
P. Ahora tampoco es fácil el contexto internacional...
R. Claramante no es el viento favorable de 2003, pero para un país que produce alimentos no creo que los precios de estos productos bajen más y además los actuales son buenos.
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