Les acerco este interesante análisis que obviamente no es de mi autoría.
No teman, viene por otro lado
Supongamos que usted tiene 100 vacas.
Supongamos que esas 100 vacas cada año le destetan 68 crías (34 machos y 34 hembras). No se deprima: Parece poco, pero está arriba del promedio nacional.
Supongamos, además, que usted mismo engorda esos terneros hasta que le rinden, una vez faenados, 175 kilos al gancho. Si la aritmética no me falla, produce 175 x 34 = 5.950 kilos.
Completando el cuadro, supongamos que vuestra merced vende todas las vacas que no quedaron preñadas y las repone con vaquillonas criadas a partir de sus terneras. Como antes le decía: Tiene 100 vacas y le rinden 68 crías, o sea que le quedan 32 vacías, o sea que no quedaron preñadas y no producirán un ternero este año. A estas vacas vacías las vende con un peso al gancho, o sea una vez faenadas, de 240 kilos. O sea que por ese lado produce 240kg x 32 vacas = 7.680 kilos.
Para mantener su stock de madres constante, solo podrá vender 2 terneras gordas al año (34 terneras – 32 vacas vendidas). Suponiendo que estas las vende con un peso al gancho de 170 kilos, obtendrá 340 kilos más.
Redondeando: usted estará mandando al mercado de hacienda unos 13.970 kilos al año.
¿Y está mareado con tanto número? Bueno, ahora se pone peor.
Imaginemos ahora que el amable lector cree que el próximo año le va a ir mejor en el negocio y supongamos, además, que este año logró amarrocar algún pesito. Como es un capitalista ambicioso, decide que para el próximo año en vez de tener 100 vacas, quiere tener 106 vacas. Todo un proyecto de rey del ganado.
Puede no parecer mucho pero, como prescriben los españoles: “La Mirada larga y el paso corto”. Para lograr esto, primero deberá guardarse 6 vacas, de las que no quedaron preñadas, y otro año las hubiese vendido, pero ahora le picó el bichito de la codicia y no las vende nada. Esto que equivale a producir 1.440 kilos menos de carne y guardarse, además, las 2 terneras para reponer el próximo año, o sea producir 340 kilos menos por ese lado. ¿Comprende ahora por qué le decía antes que iba a necesitar, además de ganas, unos pesitos guardados?
Retomando: para crecer, mi estimado lector, deberá dejar de producir 1.780 kilos de carne por un año. Para ganar primero hay que invertir. Invertir, es lo que dicen que necesita la patria en este momento aciago.
Con un plantel de 106 vacas, y manteniendo constante la tasa de destete y el peso de faena, debería estar produciendo 4 crías más (Dos machos y dos hembras, casi seguro). Además, le quedarán 2 vacas vacías más para vender.
Finalmente, producirá 340 kilos de ternera, 480 kilos más de vacas y 350 kilos más de ternero. Un incremento total de 1.170 kilos producidos. Y será más feliz que antes, ya que por eso uno hace las cosas: porque cree que estará mejor si las hace que si no las hace.
Ahora, imaginemos que no es usted quien tiene 100 vacas: es la República Argentina que tiene 23 millones de vacas. Aumentar 6% el stock de madres implicaría, según los cálculos previos, resignar la producción durante el próximo año de 409.400 toneladas de carne. Quizás un aumento del 6% sea una meta demasiado ambiciosa a escala nacional pero, de todos modos, cada 1% que se quiera aumentar el stock de vacas, se resignarán según este modelo simplificado 68.233 toneladas de carne. Para poner en perspectiva esta cantidad: Por cada 1% que quiera aumentarse el stock de vacas, debe dejarse de producir una cantidad de carne largamente superior a un tercio de la que exportó Argentina durante el año 2015.
Curiosamente, hoy día se escuchan muchas voces preocupadas por el precio de la carne y las exportaciones, a pesar que ni los más optimistas esperan que las exportaciones aumenten un 33%.
Muy posiblemente durante el próximo año la retención de hembras juegue un papel mucho más importante que las exportaciones en la merma en el volumen de carne ofertada en el mercado local y en la firmeza de los precios tanto de la hacienda como de la carne.
No teman a las exportaciones, si lo hay el faltante de carne va a venir por este lado.
No teman, viene por otro lado
Supongamos que usted tiene 100 vacas.
Supongamos que esas 100 vacas cada año le destetan 68 crías (34 machos y 34 hembras). No se deprima: Parece poco, pero está arriba del promedio nacional.
Supongamos, además, que usted mismo engorda esos terneros hasta que le rinden, una vez faenados, 175 kilos al gancho. Si la aritmética no me falla, produce 175 x 34 = 5.950 kilos.
Completando el cuadro, supongamos que vuestra merced vende todas las vacas que no quedaron preñadas y las repone con vaquillonas criadas a partir de sus terneras. Como antes le decía: Tiene 100 vacas y le rinden 68 crías, o sea que le quedan 32 vacías, o sea que no quedaron preñadas y no producirán un ternero este año. A estas vacas vacías las vende con un peso al gancho, o sea una vez faenadas, de 240 kilos. O sea que por ese lado produce 240kg x 32 vacas = 7.680 kilos.
Para mantener su stock de madres constante, solo podrá vender 2 terneras gordas al año (34 terneras – 32 vacas vendidas). Suponiendo que estas las vende con un peso al gancho de 170 kilos, obtendrá 340 kilos más.
Redondeando: usted estará mandando al mercado de hacienda unos 13.970 kilos al año.
¿Y está mareado con tanto número? Bueno, ahora se pone peor.
Imaginemos ahora que el amable lector cree que el próximo año le va a ir mejor en el negocio y supongamos, además, que este año logró amarrocar algún pesito. Como es un capitalista ambicioso, decide que para el próximo año en vez de tener 100 vacas, quiere tener 106 vacas. Todo un proyecto de rey del ganado.
Puede no parecer mucho pero, como prescriben los españoles: “La Mirada larga y el paso corto”. Para lograr esto, primero deberá guardarse 6 vacas, de las que no quedaron preñadas, y otro año las hubiese vendido, pero ahora le picó el bichito de la codicia y no las vende nada. Esto que equivale a producir 1.440 kilos menos de carne y guardarse, además, las 2 terneras para reponer el próximo año, o sea producir 340 kilos menos por ese lado. ¿Comprende ahora por qué le decía antes que iba a necesitar, además de ganas, unos pesitos guardados?
Retomando: para crecer, mi estimado lector, deberá dejar de producir 1.780 kilos de carne por un año. Para ganar primero hay que invertir. Invertir, es lo que dicen que necesita la patria en este momento aciago.
Con un plantel de 106 vacas, y manteniendo constante la tasa de destete y el peso de faena, debería estar produciendo 4 crías más (Dos machos y dos hembras, casi seguro). Además, le quedarán 2 vacas vacías más para vender.
Finalmente, producirá 340 kilos de ternera, 480 kilos más de vacas y 350 kilos más de ternero. Un incremento total de 1.170 kilos producidos. Y será más feliz que antes, ya que por eso uno hace las cosas: porque cree que estará mejor si las hace que si no las hace.
Ahora, imaginemos que no es usted quien tiene 100 vacas: es la República Argentina que tiene 23 millones de vacas. Aumentar 6% el stock de madres implicaría, según los cálculos previos, resignar la producción durante el próximo año de 409.400 toneladas de carne. Quizás un aumento del 6% sea una meta demasiado ambiciosa a escala nacional pero, de todos modos, cada 1% que se quiera aumentar el stock de vacas, se resignarán según este modelo simplificado 68.233 toneladas de carne. Para poner en perspectiva esta cantidad: Por cada 1% que quiera aumentarse el stock de vacas, debe dejarse de producir una cantidad de carne largamente superior a un tercio de la que exportó Argentina durante el año 2015.
Curiosamente, hoy día se escuchan muchas voces preocupadas por el precio de la carne y las exportaciones, a pesar que ni los más optimistas esperan que las exportaciones aumenten un 33%.
Muy posiblemente durante el próximo año la retención de hembras juegue un papel mucho más importante que las exportaciones en la merma en el volumen de carne ofertada en el mercado local y en la firmeza de los precios tanto de la hacienda como de la carne.
No teman a las exportaciones, si lo hay el faltante de carne va a venir por este lado.