Estamos viviendo la resaca de la fiesta
LO QUE EL KIRCHNERISMO NOS LEGÓ
Pablo Dócimo
Días atrás, un muchacho, de menos de 30 años me preguntaba cómo veía la situación político/económica actual. Traté de explicárselo con el siguiente ejemplo:
"Suponete que estás por casarte, y no tenés un peso, pero querés hacer una fiesta para 200 personas a todo lujo. Entonces, tu único recurso es hipotecar tu casa para pagar la fiesta. Hacés una fiesta súper lujosa en un salón fastuoso, y además te vas 15 días de luna de miel a un crucero por Europa. Todo muy lindo, hasta que llega el momento de levantar la hipoteca, y ahí te agarrás la cabeza y empezás a lamentarte".
Eso es, exactamente, lo que está pasando hoy en Argentina: tenemos que levantar la hipoteca.
Algunas personas son muy frágiles de memoria, demasiado. Y no entienden —o no quieren entender, que no es lo mismo— que tenemos que pagar las consecuencias del flagelo —este es el calificativo correcto— que fue el kirchnerismo.
Más allá de que muchos se hayan olvidado, entre otras tropelías, de que el kirchnerismo, por ejemplo, derogó la ley de glaciares y el 82% móvil para los jubilados, también olvidaron que durante 12 años de gobierno K la inflación generada por ellos mismos fue de más del 700%, y el dólar de 4 pesos lo llevaron a 14 y pico.
También olvidaron que habían puesto un cepo al dólar, aunque por supuesto, digan lo contrario; y que vaciaron las reservas del BCRA, y generaron el mayor gasto público de la historia. O sea, vivimos 12 años de fiesta, en la que además nos mintieron con índices falsos, haciéndonos creer que generar empleo es nombrar ñoquis en reparticiones públicas.
Pero volviendo a lo que hoy debemos pagar, encontramos otras similitudes con la fiesta a la que hacemos referencia. Seguramente, en alguna fiesta, habrán visto a ese tío -que casi nunca falta- que termina borracho, totalmente desalineado, con la corbata como vincha tratando de bailar arriba de una mesa pidiendo que la fiesta siga, porque "la estamos pasando genial". Claro, como no la va a pasar genial si la fiesta la tiene que pagar otro.
Muchos, como el tío borracho, quieren seguir con la fiesta. Un claro ejemplo es que para ello acuden a cualquier tipo de artilugio, y que a las claras es tratar de desestabilizar el gobierno a como sea.
Hoy, el centro de la discusión política pasa por volver a implementar el sistema de doble indemnización, instalado por el kirchnerismo.
Es realmente inentendible que, habiendo tantos temas muchísimo más urgentes se tenga como prioridad tratar de imponer una ley que, en primer lugar no solo no sirve, y en segundo término, es a las claras perjudicial, puesto que espanta todo tipo de inversiones. Claro, eso es, en definitiva, lo que pretende la oposición.
Pero no solo eso. Además, se olvidaron de que también estaban en contra de esta misma ley de doble indemnización cuando eran gobierno.
Siguiendo con la sarta de incoherencias kirchneristas, no podemos dejar pasar por alto las declaraciones del flamante titular del Partido Justicialista, José Luís Gioja, quien en declaraciones emitidas en el programa radial "Lanata sin filtro", entre otras cosas dijo: "Lo de Lázaro es una cortina de humo para tapar otras cosas", y agregó: "Hay que reconocer las cosas buenas que hizo el kirchnerismo, como el ascenso social".
Evidentemente, el Ingeniero Gioja es el fiel reflejo de ese tío que quiere que la fiesta continúe, y más borracho que una cuba avergüenza a los parientes, especialmente, a los que tendrán que pagar la suntuosa fiesta.
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