Al término de la cadena nacional, en la que realizó una batería de anuncios económicos, la presidenta Cristina Fernández de Kirchner se asomó por el balcón de la Casa Rosada, donde un centenar de militantes la esperaban con cantitos.
En su discurso, que se extendió durante media hora, la Presidenta contó distintas anécdotas con el difunto ex presidente Néstor Kirchner para pedirle a los militantes "salir como verdaderos predicadores, casa por casa, en los barrios, en las universidades, en el frente sindical y en las calles" del país para explicar las políticas llevadas a cabo por su Gobierno.
En ese momento, Cristina levantó a sus militantes al recordar que el ex mandatario ordenó bajar el cuadro del dictador Jorge Rafael Videla de la casa de Gobierno. "Si él no hubiera descolgado el cuadro de Videla, yo no habría podido colgar el del Che", lanzó la Presidenta.
En su discurso, que se extendió durante media hora, la Presidenta contó distintas anécdotas con el difunto ex presidente Néstor Kirchner para pedirle a los militantes "salir como verdaderos predicadores, casa por casa, en los barrios, en las universidades, en el frente sindical y en las calles" del país para explicar las políticas llevadas a cabo por su Gobierno.
En ese momento, Cristina levantó a sus militantes al recordar que el ex mandatario ordenó bajar el cuadro del dictador Jorge Rafael Videla de la casa de Gobierno. "Si él no hubiera descolgado el cuadro de Videla, yo no habría podido colgar el del Che", lanzó la Presidenta.