El Gobierno revisa lo que se escribe sobre Cristina en las redes sociales.
Ya es conocida la gran cantidad de ciber-militantes K que vienen realizando campañas y menciones positivas de la gestión de Cristina para elevar su reputación en Internet. También se sabía que el Gobierno revisaba las redes sociales (blogs al principio antes de la explosión de Twitter y Facebook) para conocer las opiniones de la gente sobre la gestión presidencial, pero hasta ahora no se había admitido públicamente.
Esta mañana, en su habitual conferencia de prensa matutina, el Jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, reveló que el Gobierno nacional utiliza recursos públicos para monitorear el impacto que tienen distintos conflictos en las redes sociales.
Cuasi fascismo??
El proyecto político del fascismo es instaurar un corporativismo estatal totalitario y una economía dirigista, mientras su base intelectual plantea la sumisión de la razón a la voluntad y la acción, aplicando un nacionalismo fuertemente identitario con componentes victimistas o revanchistas que conducen a la violencia ya sea de las masas adoctrinadas o de las corporaciones de seguridad del régimen contra los que el Estado define como enemigos por medio de un eficaz aparato de propaganda.
Ya es conocida la gran cantidad de ciber-militantes K que vienen realizando campañas y menciones positivas de la gestión de Cristina para elevar su reputación en Internet. También se sabía que el Gobierno revisaba las redes sociales (blogs al principio antes de la explosión de Twitter y Facebook) para conocer las opiniones de la gente sobre la gestión presidencial, pero hasta ahora no se había admitido públicamente.
Esta mañana, en su habitual conferencia de prensa matutina, el Jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, reveló que el Gobierno nacional utiliza recursos públicos para monitorear el impacto que tienen distintos conflictos en las redes sociales.
Cuasi fascismo??
El proyecto político del fascismo es instaurar un corporativismo estatal totalitario y una economía dirigista, mientras su base intelectual plantea la sumisión de la razón a la voluntad y la acción, aplicando un nacionalismo fuertemente identitario con componentes victimistas o revanchistas que conducen a la violencia ya sea de las masas adoctrinadas o de las corporaciones de seguridad del régimen contra los que el Estado define como enemigos por medio de un eficaz aparato de propaganda.