no van siquiera ni 6 meses desde que aparecieron los primeros infectados
pero por lo que se pudo ver en diversas geografías dónde se diseminó el virus, es que ha tenido un ciclo con un ingreso imperceptible, luego una detección baja y muy pronto, un ataque fuertísimo e intenso de algunas semanas, que es donde generalmente se aplicaron los aislamientos, y después una baja gradual en las infecciones, pero principalmente en el número de fallecidos
la destrucción económica no la produce la enfermedad en si misma, sino las medidas de aislación y retracción social y el miedo, que generan bajas brutales tanto en el comercio como en la producción
es virtualmente imposible anticipar tanto la evolución epidemiológica tanto como las reacciones sociales para un hecho sin precedentes modernos, pero quisiera enumerar algunas impresiones:
- algunos científicos dicen que la epidemia podría estar desapareciendo.
Ya sea por la medidas tomadas, como por el desarrollo natural de la anomalía (si la tomamos como tal) podría ser que sea una realidad en cuanto a hecho sanitario disruptivo.
La enfermedad podría quedar endémica, como pasó con el VIH, pero no afectaría las relaciones sociales, más allá de algunas nuevas costumbres
- los jóvenes vuelven a la vida normal muy rápidamente.
Lo veo con mis hijos y su accionar, viviendo en un zona donde hubo realmente muchas infecciones (se habla de un 10/12% de la población, entre oficiales y estimados).
Paseando por la ciudad, se los ve por todos lados, y son los que se predisponen a hacer largas colas para ingresar a los comercios de moda para hacer compras. Les digo una cosa, les pones unos mangos en el bolsillo y te llevan el consumo a las nubes
- la noción de futuro. Se nota a la gente haciendo planes. No grandiosos, sino unas simples vacaciones dentro de seis semanas, que no cambian el mundo, pero es el tipo de consumo que ha sostenido las economías por mucho tiempo.
Hay que tener en cuenta, que hasta hace pocos días, estaba prohibido casarse o asistir a un velorio.
Todo esto es una visión optimista, pero es la que percibo en estos días espléndidos de la primavera europea.
Mis disculpas, si a alguno le molesta esta enumeración quizás demasiado personal, pero es lo que entienden mis sentidos.
Por supuesto, no podemos negar que las cosas pueden ir mal y la epidemia volver con fuerza. Pero en su recorrido ESTE/OESTE, casi todos países que han tenido grandes brotes han podido salir de la peor situación y mejorar. Es de esperar que eso pase también en USA y Brasil, que han sido golpeados más fuerte debido a la postura negacionista de sus líderes.
EN las próximas semanas veremos como evoluciona la situación, cuando más movimientos y reaperturas sean permitidas en las zonas europeas más afectadas.