China sigue incrementando las importaciones de productos agroindustriales en volúmenes inéditos para recomponer reservas internas de alimentos. Las importaciones chinas de productos cárnicos en marzo pasado alcanzaron un récord histórico de 1.024.000 toneladas por un valor de 3289 millones de dólares, según datos publicados hoy martes por la Administración General de la Aduana de la nación asiática. En el primer trimestre del presente año las compras de productos cárnicos –que incluyen carne aviar, porcina, vacuna, caprina y menudencias– fueron de 2.625.000 toneladas, una cifra 20,8% superior a la registrada en el mismo período de 2020.
Las importaciones de productos agrícolas también siguen creciendo de manera notable: en el primer trimestre fueron de 3.760.600 toneladas (+62% más que en el mismo período de 2020) por un valor de 14.973 millones de dólares (+71%).
La mayor parte de las compras en el rubro agrícolas corresponde a poroto de soja con importaciones en enero-marzo pasado de 2.117.800 toneladas, una cifra 19% mayor que en el primer trimestre de 2020.
Las importaciones de aceites vegetales también experimentaron una suba considerable al cerrar el trimestre con 281.600 toneladas, un 50% más que en enero-marzo del año pasado.
La suma de todos los productos agroindustriales –carnes, granos, harinas vegetales, lácteos, frutas, alimentos elaborados, bebidas, etcétera– fueron en el primer trimestre del año de 49.687 millones de dólares versus 37.129 M/u$s en enero-marzo de 2020 (+34%).
La reaparición de brotes de fiebre porcina africana en diferentes regiones chinas podría volver a promover mermas –tal como sucedió el año pasado– en la oferta interna de carne porcina, aunque tal evento no alcanza a explicar en su totalidad la avalancha de importaciones que se viene registrando desde medianos del año pasado.
Un conflicto bélico entre EE.UU. y China, motivado por la intención de la nación asiática por anexar a la isla de Taiwán por medio de una invasión militar, es una de las principales hipótesis que explican los grandes volúmenes de granos y alimentos importados por China.
Un conflicto de tales características generaría una disrupción comercial enorme a nivel global, dado que la nación asiática es actualmente el principal comprador de commodities del mundo. En ese contexto, se especula que el gobierno chino se está aprovisionando con grandes reservas de alimentos para poder hacer frente a ese escenario.
Además de las importaciones siderales de productos agroindustriales, el gobierno chino el año pasado aplicó un programa nacional de racionamiento de alimentos –denominado “Platos Limpios”– que parece no tener lógica alguna, a menos que los líderes del Partido Comunista Chino se estén preparando para una guerra.
Hoy martes el vocero de la Oficina de Asuntos de Taiwán del Consejo de Estado de China, Ma Xiaoguang, reiteró la firme oposición del gobierno central de la nación asiática contra “cualquier forma de vínculos oficiales entre EE.UU. y Taiwán”. Ma exigió a EE.UU. que “deje de enviar señales erróneas a las fuerzas separatistas que buscan la independencia de Taiwán”, según indicó la agencia de noticias oficial Xinhua.