El conflicto por los Panamá Papers volvió a enfrentar al jefe de Estado con su padre.
La relación, otra vez, volvió a resentirse. Como cuando Franco dijo que no quería que su hijo fuera candidato a presidente o cuando elogiaba a Cristina Kirchner en pleno escándalo por las escuchas ilegales que tenían a su hijo involucrado.
De todas maneras, la causa abierta por la sociedad offshore creada en Bahamas, Fleg Trading Ltd., abrió una vieja herida entre ellos. Es por ello que en la causa en el juzgado civil 104 el Presidente la inició contra su propio padre (en la carátula de la causa con el eufemismo “otros”) para que sea él quien se haga cargo de la apertura, manejo y cierre de esa sociedad que lo salpicó en el escándalo internacional.
El Presidente había logrado una declaración pública de su padre pero, en el expediente, tuvo que pedir de manera formal que Franco entregue toda la documentación. El empresario había expresado que su hijo “sólo fue director circunstancial“ y no “percibió sumas de dinero por ocupar tal posición”
La discusión sobre cómo, cuándo y de qué manera debía aclarar la cuestión Franco generó, nuevamente, roces con su hijo mayor.
En privado, el Presidente asegura que es complicado lidiar con su padre y que, tras largos años de terapia, terminó aceptando su forma de ser.
La relación, otra vez, volvió a resentirse. Como cuando Franco dijo que no quería que su hijo fuera candidato a presidente o cuando elogiaba a Cristina Kirchner en pleno escándalo por las escuchas ilegales que tenían a su hijo involucrado.
De todas maneras, la causa abierta por la sociedad offshore creada en Bahamas, Fleg Trading Ltd., abrió una vieja herida entre ellos. Es por ello que en la causa en el juzgado civil 104 el Presidente la inició contra su propio padre (en la carátula de la causa con el eufemismo “otros”) para que sea él quien se haga cargo de la apertura, manejo y cierre de esa sociedad que lo salpicó en el escándalo internacional.
El Presidente había logrado una declaración pública de su padre pero, en el expediente, tuvo que pedir de manera formal que Franco entregue toda la documentación. El empresario había expresado que su hijo “sólo fue director circunstancial“ y no “percibió sumas de dinero por ocupar tal posición”
La discusión sobre cómo, cuándo y de qué manera debía aclarar la cuestión Franco generó, nuevamente, roces con su hijo mayor.
En privado, el Presidente asegura que es complicado lidiar con su padre y que, tras largos años de terapia, terminó aceptando su forma de ser.