Sigue diciendo el bueno de Hanke....
"Cuando la mi esposa y yo conocimos a Menem, poco después de que él asumió la presidencia el 8 de julio (1989), expresó una clara visión de lo que quería lograr en la esfera económica. Pero estaba frustrado. Sus reformas no iban a ninguna parte.
Indiqué que, aunque sus campañas para desregular, privatizar y recortar los impuestos a la exportación estaban bien, no irían a ningún lado hasta que matara la inflación. Era imprescindible para que Menem pudiera establecer credibilidad y ganar la confianza del público. Menem luego preguntó: “¿cómo podría detener la inflación?” Respondí que una caja de conversión (currency board, en inglés, que suele asociarse a un tipo de cambio fijo) era exactamente lo que ordenó el médico. Con eso, el presidente dijo que estaba interesado y sugirió que escribiera una propuesta.
Inmediatamente comencé a trabajar en un plan con Kurt Schuler. Mientras redactaba el anteproyecto, trabajé estrechamente con el congresista José María Ibarbia y sus colegas (la llamada facción Alsogaray) en el Congreso argentino. A principios de 1991, el plan de la junta monetaria de Hanke-Schuler fue publicado como un libro de la Fundación República en Buenos Aires: Banco Central o Caja de Conversión. Schuler y yo estuvimos complacidos de que José María Ibarbia escribiera un prefacio para nuestro libro, y de tener a la facción Alsogaray a bordo. Con eso, Menem sabía que tendría apoyo para una “caja de conversión” en el Congreso.
Para poner fin a la hiperinflación, Menem, con su mano derecha, el Ministro de Economía Domingo Cavallo, estableció un nuevo régimen monetario el 1 de abril de 1991. Lo llamaron Sistema de Convertibilidad, un término poco común para un sistema inusual. Si bien la Convertibilidad daba la apariencia superficial de ser una caja de conversión, no lo era. No importa. La mayoría de los economistas nunca entendieron que el Sistema de Convertibilidad no era un sistema de caja de conversión".
En ese momento, cierto periodismo argentino describió a Hanke como "el portavoz de Cavallo" [Martinez, Oscar. "El Vocero De Cavallo." Noticias, Buenos Aires, 8 Oct. 1995.] y el "generador de confianza" en la economía argentina. ["Profesión: Generador De Confianza." Editorial. El Economista 3 Nov. 1995].
Hanke tuvo que agregar a su relato argentino la debacle que sucedió a la “Convertibilidad”, la debacle económica del default, la peor quiebra de la historia argentina que se plasmó con huelgas, incendios, saqueos, incautación bancaria, 38 muertos en Buenos Aires y 5 presidentes en una semana.
"La Convertibilidad no estaba libre de problemas, sin embargo. Sus desviaciones de la ortodoxia de la caja de conversión le permitieron comportarse más como un Banco Central que como una verdadera caja de conversión. Estas desviaciones fueron significativas y me impulsaron a escribir un artículo de opinión: “Argentina debería abolir su Banco Central“. Fue publicado en el Wall Street Journal el 25 de octubre de 1991. Como escribí entonces: “Para asegurar los logros de Menem-Cavallo” y eliminar permanentemente el escepticismo de la escena monetaria, Argentina debería abolir su Banco Central y reemplazarlo con una caja de conversión”.
Desgraciadamente, el Sistema de Convertibilidad, después de matar una hiperinflación e iniciar un auge económico de una década, tuvo su Waterloo en 2001. Tal como lo había anticipado en mi artículo de Wall Street Journal de 1991, el BCRA usó las desviaciones de la convertibilidad en políticas monetarias discrecionales. Al final, el BCRA hizo lo que siempre había hecho. Causó un desastre en la política monetaria y creó, finalmente, una crisis monetaria".
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