Max Seitz, periodista de BBC Mundo, se pregunta: ¿es merecida la mala fama de Argentina en los círculos financieros?
Y desarrolla: "Los economistas Kenneth Rogoff y Carmen Reinhart, de la Universidad de Harvard, en EE.UU., se han dedicado a contabilizar los defaults de deudas soberanas (las declaradas por Estados) desde 1800 hasta la década de 2000.
Rogoff y Reinhart han contabilizado unas 250 cesaciones de pagos en 200 años, es decir, un promedio de más de una por año, incluyendo la de 2001 en Argentina.
La conclusión de los investigadores de Harvard es que los defaults son inherentes a la economía global y no son tan raros y anormales como algunos países centrales, economistas ortodoxos y medios de comunicación quieren hacer parecer.
El peor deudor de la historia ha sido España, con 14 crisis relacionadas con compromisos financieros, mientras que Argentina figura bastante más abajo, con 7 eventos. Incluso varios países latinoamericanos están más altos en la lista: Venezuela y Ecuador (con 11); Brasil (con 10), y Costa Rica, México, Perú y Chile (con 9).
Rogoff le comenta a BBC Mundo: "Otros países han caído en default más frecuentemente que Argentina, por ejemplo Venezuela, y otras naciones han pasado más tiempo desde su independencia en situación de cesación de pagos, como México y Grecia. Pero por alguna razón, la prensa ha hecho un escándalo con los defaults de Argentina".
Por su parte, Jill Hedges, especialista en historia financiera de Argentina y del resto de América Latina de la consultora Oxford Analytica, cree que, por su historial de cesaciones de pagos, es "un poco entendible" que Argentina tenga un mal nombre entre los inversores.
Hedges dice que el país tiene una larga historia de inestabilidad macroeconómica y de ciclos de "prosperidad y caída" que parecen no acabar nunca.
"Sin embargo -aclara-, creo que sería justo repartir la responsabilidad entre Argentina, por un lado, y los sistemas económicos internacionales, por el otro".
La experta afirma que la economía del país, con su modelo agroexportador, ha sido siempre muy dependiente del contexto global.
Por otra parte, añade Hedges, la ventaja que tiene el capital internacional frente a países en desarrollo es desigual y "se usa muchas veces para el bienestar del inversor y no del país".
"Asimismo, las recetas de austeridad que ha impuesto el FMI (Fondo Monetario Internacional) no suelen mejorar la situación de debilidad. Y como hemos visto con los 'fondos buitre', el default es un negocio rotundo para algunos inversores".
Hay muy pocos países que nunca han dejado de pagar sus deudas o las han reestructurado. Entre ellos figuran Suiza, Bélgica, Noruega, Finlandia, Corea del Sur, Singapur y Nueva Zelanda.
Países como EE.UU., Reino Unido y Alemania, si bien no tienen un historial limpio, son considerados "creíbles" por los mercados internacionales.
Y las principales razones son dos: porque han tenido largos períodos libres de defaults y porque son los grandes acreedores del mundo en cuanto a la cantidad de capital que prestan".
Por su parte, Miguel Ángel Boggiano, CEO de Carta Financiera, que hizo un estudio similar al de Rogoff y Reinhart, agrega más datos: "España es el verdadero defaulteador serial de la historia ya que sólo 6 de sus 15 "eventos" son previos a 1800 y asociados a guerras; evidentemente la cultura asiática es diferente y han sido moderados a la hora de endeudarse (no hay ningún país de ese continente entre los 20); y América Latina es la región a la que más le ofrecieron crédito y la que más irresponsablemente decidió aceptarlo".