El Gobierno celebró ayer, con un anuncio en cadena nacional en el que la presidenta Cristina Kirchner recibió el informe de primera mano del ministro de Economía, Axel Kicillof quien, desde el edificio de la ONU en Nueva York, le relató, con emoción y algarabía, que la resolución que se votó ayer en la Asamblea de la ONU, a propuesta de la Argentina y sobre la reestructuración de deuda soberana de las Naciones y el canje del deuda, había sido aprobada por mayoría.
Lo cierto es que el Gobierno, nuevamente, celebra un verdadero fraude ya que la Resolución de ONU, no tiene rango jurídico y ni siquiera es de carácter vinculante para las naciones miembros.
Lo mismo, por ejemplo, ha ocurrido con la cláusula de la ONU que invita a la Argentina y al Reino Unido a encontrar una salida negociada para la cuestión Malvinas: esa resolución votada hace ya 30 años, jamás se ha cumplido y nadie puede obligar a estas naciones a cumplirla.
Por otra parte la Argentina debió haber acudido al Fondo Monetario, quizá, con el mismo proyecto que presentó en la ONU, por dos motivos: primero, que en el organismo hay un profundo debate respecto de este tema y segundo, porque si se decidiera aprobar el proyecto argentino, sí sería vinculante y jurídicamente imponible para los países miembros.
EL CANCILLER Y LA VERDAD
Por su lado, el canciller Héctor Timerman reconoció que la resolución que se aprobó en la ONU no es vinculante, sino que depende de cada país quiera ponerla en práctica o no.
"Las Naciones Unidas indicó un camino. El tema tiene que seguir siendo tratado. La Convención internacional por los Derechos del Hombre no es vinculante, el país que no la quiere observar, no la observa", dijo esta mañana el ministro de Relaciones Exteriores en diálogo con radio Del Plata.
La resolución que fue aprobada por 136 países y rechazada sólo por Estados Unidos, el Reino Unido, Alemania, Canadá y Japón e Israel fue una declaración política, a diferencia de las que emite el Consejo de Seguridad, que son jurídicamente vinculantes.
Extraido: big ban news
Lo cierto es que el Gobierno, nuevamente, celebra un verdadero fraude ya que la Resolución de ONU, no tiene rango jurídico y ni siquiera es de carácter vinculante para las naciones miembros.
Lo mismo, por ejemplo, ha ocurrido con la cláusula de la ONU que invita a la Argentina y al Reino Unido a encontrar una salida negociada para la cuestión Malvinas: esa resolución votada hace ya 30 años, jamás se ha cumplido y nadie puede obligar a estas naciones a cumplirla.
Por otra parte la Argentina debió haber acudido al Fondo Monetario, quizá, con el mismo proyecto que presentó en la ONU, por dos motivos: primero, que en el organismo hay un profundo debate respecto de este tema y segundo, porque si se decidiera aprobar el proyecto argentino, sí sería vinculante y jurídicamente imponible para los países miembros.
EL CANCILLER Y LA VERDAD
Por su lado, el canciller Héctor Timerman reconoció que la resolución que se aprobó en la ONU no es vinculante, sino que depende de cada país quiera ponerla en práctica o no.
"Las Naciones Unidas indicó un camino. El tema tiene que seguir siendo tratado. La Convención internacional por los Derechos del Hombre no es vinculante, el país que no la quiere observar, no la observa", dijo esta mañana el ministro de Relaciones Exteriores en diálogo con radio Del Plata.
La resolución que fue aprobada por 136 países y rechazada sólo por Estados Unidos, el Reino Unido, Alemania, Canadá y Japón e Israel fue una declaración política, a diferencia de las que emite el Consejo de Seguridad, que son jurídicamente vinculantes.
Extraido: big ban news