El otro día un buen cristiano fue a la clínica para ver al urólogo y para su sorpresa se encontró que estaba de vacaciones y en su lugar, como suplente, se encontró a una despampanante mujer...
Estaba un poco sorprendido, pero ella le dijo:
- No se preocupe, soy una profesional y he visto y hecho prácticamente de todo- y, comenzando a colocarse un guante que estaba junto al bote de vaselina, le preguntó:
- Dígame cuál es su problema y lo examinaré...
Entonces el buen cristiano le respondió:
- Mi esposa cree que mi pene tiene un gusto raro...
Estaba un poco sorprendido, pero ella le dijo:
- No se preocupe, soy una profesional y he visto y hecho prácticamente de todo- y, comenzando a colocarse un guante que estaba junto al bote de vaselina, le preguntó:
- Dígame cuál es su problema y lo examinaré...
Entonces el buen cristiano le respondió:
- Mi esposa cree que mi pene tiene un gusto raro...