EL OJO
En algún lugar del mar amarillo, el submarino se desliza bajo la cobertura de las olas, heredero una tradición familiar donde su padre le contaba de la incursiones en la unión soviética hasta bajo el mar blanco, el comandante hace honor a su belicoso pasado.
Se acerca al objetivo que vine siguiendo sin saber que el mismo con un casi invisible robot de arrastre de repente lo ha ubicado, por la cercanía la computadora reacciona automáticamente, antes de que el capitán llegue al puente.
Dos peces de acero cortan el océano, y a reacción es un proceso mil veces entrenado, los decoy, el contraataque, el radio y el tiempo no da más espacio.
Las pantallas brillan, el oficial grita, y el protocolo ha empezado, misiles surcan el cielo en rumbo al profundo espacio, sus blancos diminutos, dorados, impasibles los están esperando.
No hay sonidos, solo luces puestas de decorado, miles de órdenes de comando se ejecutan y cientos de peces en el profundo espacio cambian de dirección como un cardumen asustado, pero su destino no por eso ha cambiado, el enemigo sabe por dónde se han colado.
Otra vez en el profundo océano de un mar olvidado, un comandante castigado por un burócrata desconfiado recibe una orden que lo deja extrañado, y así todo, dos tomahakw surcas en cielo y son controlados desde la ciudad del pecado.
Un galpón deja caer las puertas, el sistema copia de uno americano va encontrarse con ese blanco por tanto tiempo codiciado.
En el centro de mando, ni la comunicación ni la visión han retornado, los minutos caen y el miedo del descontrol convierte a los hombres en conejos asustados. Lo que importa es saber y hoy eso no está pasando.
Un cohete pesado deja caer sus cabezas sobre ese territorio inexplorado y nunca apuntado,, abajo el comandante usa la nueva arman confiado, es una micro bomba de alta radiación que genera un fuerte EMP , que lejos de las cabezas explota dejando quemando circuitos a su paso.
Una de la cabezas, con el mismo principio hasta el ojo ha llegado, dejando sin luz un enorme espacio. El gigante queda cegado..
El destino guía una cabeza descontrolada, hasta el suelo de Tandil que quema en un fogonazo, produciendo un alto voltaje que por las líneas se esparce apurado.
En campana la central atucha II, recién inaugurada, cuyo tubos se cambiaron por estar en mal estado, alguien olvido mirar el cableado, y ahora se está quemando , una bomba enloquecida vibra, salta, por la cavitación que está generando hasta que se rompe, y esparce gas sobre la pared que protege al núcleo que se está calentado.
FIN.
PD:
Que la guerras modernas son electrónicas y que gana aquel cuya electrónica funciona y pierde el que no, es indudable.
Que los yankis son una valquiria salvaje, creo que esta fuera de toda duda.
Que la guerra comercial se esta poniendo calentita tampoco.
Toda nuestra comunicación es por cable, pero en territorio enemigo los militares confían en los satélites mas allá del horizonte, ya que la comunicación por cable seguramente sera cortada.
Un EMS (pulso electromagnético) es un subproducto de una explosión nuclear, y las bombas nucleares mini y de alta energía existen aunque teóricamente están prohibidas.
En general los satélites tienen una órbita pero en algunos la misma puede ser modificada, aunque no muchas veces.
El derribo de los mismo, con misiles es algo complicado que ya se ha probado y logrado, pero si no necesitas acertar y solo pasar cerca es mas fácil.
Pienso que ese movimiento de los satélites se puede realizar lejos de la visión del enemigo en las antípodas de su localización cosa de sorprenderlo.
https://www.elmundo.es/internacional/2019/08/20/5d5bfabe21efa0ea358b45ae.html?intcmp=MNOT23801&s_kw=3
Que tengan un buen fin de semana.
Saludos
En algún lugar del mar amarillo, el submarino se desliza bajo la cobertura de las olas, heredero una tradición familiar donde su padre le contaba de la incursiones en la unión soviética hasta bajo el mar blanco, el comandante hace honor a su belicoso pasado.
Se acerca al objetivo que vine siguiendo sin saber que el mismo con un casi invisible robot de arrastre de repente lo ha ubicado, por la cercanía la computadora reacciona automáticamente, antes de que el capitán llegue al puente.
Dos peces de acero cortan el océano, y a reacción es un proceso mil veces entrenado, los decoy, el contraataque, el radio y el tiempo no da más espacio.
Las pantallas brillan, el oficial grita, y el protocolo ha empezado, misiles surcan el cielo en rumbo al profundo espacio, sus blancos diminutos, dorados, impasibles los están esperando.
No hay sonidos, solo luces puestas de decorado, miles de órdenes de comando se ejecutan y cientos de peces en el profundo espacio cambian de dirección como un cardumen asustado, pero su destino no por eso ha cambiado, el enemigo sabe por dónde se han colado.
Otra vez en el profundo océano de un mar olvidado, un comandante castigado por un burócrata desconfiado recibe una orden que lo deja extrañado, y así todo, dos tomahakw surcas en cielo y son controlados desde la ciudad del pecado.
Un galpón deja caer las puertas, el sistema copia de uno americano va encontrarse con ese blanco por tanto tiempo codiciado.
En el centro de mando, ni la comunicación ni la visión han retornado, los minutos caen y el miedo del descontrol convierte a los hombres en conejos asustados. Lo que importa es saber y hoy eso no está pasando.
Un cohete pesado deja caer sus cabezas sobre ese territorio inexplorado y nunca apuntado,, abajo el comandante usa la nueva arman confiado, es una micro bomba de alta radiación que genera un fuerte EMP , que lejos de las cabezas explota dejando quemando circuitos a su paso.
Una de la cabezas, con el mismo principio hasta el ojo ha llegado, dejando sin luz un enorme espacio. El gigante queda cegado..
El destino guía una cabeza descontrolada, hasta el suelo de Tandil que quema en un fogonazo, produciendo un alto voltaje que por las líneas se esparce apurado.
En campana la central atucha II, recién inaugurada, cuyo tubos se cambiaron por estar en mal estado, alguien olvido mirar el cableado, y ahora se está quemando , una bomba enloquecida vibra, salta, por la cavitación que está generando hasta que se rompe, y esparce gas sobre la pared que protege al núcleo que se está calentado.
FIN.
PD:
Que la guerras modernas son electrónicas y que gana aquel cuya electrónica funciona y pierde el que no, es indudable.
Que los yankis son una valquiria salvaje, creo que esta fuera de toda duda.
Que la guerra comercial se esta poniendo calentita tampoco.
Toda nuestra comunicación es por cable, pero en territorio enemigo los militares confían en los satélites mas allá del horizonte, ya que la comunicación por cable seguramente sera cortada.
Un EMS (pulso electromagnético) es un subproducto de una explosión nuclear, y las bombas nucleares mini y de alta energía existen aunque teóricamente están prohibidas.
En general los satélites tienen una órbita pero en algunos la misma puede ser modificada, aunque no muchas veces.
El derribo de los mismo, con misiles es algo complicado que ya se ha probado y logrado, pero si no necesitas acertar y solo pasar cerca es mas fácil.
Pienso que ese movimiento de los satélites se puede realizar lejos de la visión del enemigo en las antípodas de su localización cosa de sorprenderlo.
https://www.elmundo.es/internacional/2019/08/20/5d5bfabe21efa0ea358b45ae.html?intcmp=MNOT23801&s_kw=3
Que tengan un buen fin de semana.
Saludos