después de 16 meses de pandemia de Covid19, me tocó hacerme mi primer test PCR
no es que crea que me haya pescado el bicho, sino que me voy pasado mañana a un casorio a Roma y los tanos lo exigen antes de abordar el avión
el kiosco de depistage al que fui cerca de mi casa, está en un parque, todo muy ordenado y moderno, montado en forma efímera sobre cubículos móviles.
El test es gratuito para todo el mundo, no hay que presentar documentación alguna. El servicio es brindado por un laboratorio privado, con la factura a cargo del Estado
de estos centros, hay muchos desparramados por toda la ciudad. De fácil acceso y sin necesidad de reserva previa. En el tiempo de mi trámite, 10-15 minutos, solo éramos 3 personas: mi esposa, yo y otro más
Pensaba que deber ser una inversión en salud de un tamaño considerable, pero fue una de las bases de la lucha contra la epidemia: testear, testear y testear