OVERVIEW – 8 de mayo de 2023 3
La economía está en medio de una aceleración inflacionaria justo a las puertas
de la transición electoral. La inflación suele ser un árbitro de la elección, una variable
determinante. Rara vez es inocua. Este año se elegirá Presidente con inflación de un
dígito mensual alto ¿o dos dígitos?: son guarismos ochentosos. Seguro que incidirá
y mucho en la elección, en contra del oficialismo y a favor de la oposición.
De la historia más reciente se concluye que, con inflaciones del 50% anual los
oficialismos perdieron las elecciones. La pregunta a responder de cara a la transición
electoral es si se está ante una aceleración escalonada, una explosiva o una
espiralización extrema.
OVERVIEW trabaja para la transición electoral (al menos hasta agosto) con un
escenario de aceleración inflacionaria escalonada, no con explosiones tipo Rodrigazo
ni espiralizaciones extremas tipo híper. Después de agosto, habrá que ver cómo se
reacomodan tanto la política como la política económica.
Para testear la chance de una espiralización inflacionaria en la transición,
OVERVEW monitorea ocho eventos: uno estrictamente político y siete económicos.
El evento político a seguir de cerca es que la transición electoral no se desmadre.
Que prime un mínimo grado de coordinación y cordura, que el tránsito no decante en un
caos político. En las espiralizaciones cambiarias e inflacionarias más críticas de la
Argentina, el desmadre político e institucional jugó un papel relevante. Ejemplos: en
el Rodrigazo de 1975, pesó la muerte previa de Perón y una situación cuasi de anarquía;
en la híper de 1989, influyó que Alfonsín se quedara “sin” equipo económico,
“abandonado” por su propio partido y presionado por un Menem “con patillas” que
anunciaba salariazo y revolución productiva.
Los siete eventos económicos a monitorear son:
1) si se produce en el camino un
salto devaluatorio, de qué dimensión y si es uno o terminan siendo varios;
2) si viene o no un gasto electoralista en pos de que el gasto público le gane a la inflación;
3) si la demanda de pesos cae como un piano y no solo gradualmente como hasta ahora (que
es parecido que decir si explota la brecha cambiaria);
4) si para esterilizar pesos el BCRA tiene que subir demasiado la tasa de interés;
5) si parte del stock de deuda en pesos que vence en los próximos meses no se renueva y el BCRA tiene que salir como bombero a recomprar deuda con emisión monetaria;
6) si se cae el acuerdo con el FMI;
7) si la puja distributiva termina en un salariazo.
Los ocho eventos son pesados aunque no todos repercutirían con igual virulencia.
Algunos son más bravos que otros; hay combinaciones más bravas que otras