Tal vez la pandemia nos brinde la oportunidad de repensar la organización territorial del país. “Argentina tiene una enorme concentración poblacional en el eje de Córdoba, Rosario, Buenos Aires y La Plata. Una gran megalópolis donde vive el 40% de la población en una suerte de conurbano extendido, que concentra el 70% del flujo de bienes y servicios”, describe Jorge Calzoni, rector de la Universidad Nacional de Avellaneda (Undav), e integrante del Foro para el Día Después.
“Hoy el 92% de la población argentina vive en ciudades, con una de las tasas más altas de urbanización del mundo, mientras gran parte de su extenso territorio está despoblado. Esto tiene razones históricas desde la creación del puerto en Buenos Aires, y consecuencias económicas y sociales como la concentración de la riqueza y la enorme desigualdad. Los problemas de esto los hemos visto agravados desde la pandemia: hay zonas donde se vive con tal hacinamiento, que es imposible guardar la distancia social”, remarca.
Ante este desafío, desde la Universidad y otras organizaciones están diseñando algunos planes de acción, como se hicieron en Europa, para repoblar zonas rurales cuyos habitantes más jóvenes se habían ido. “Debemos pensar en zonas productivas y eco-sustentables”, destaca el economista de Undav y también integrante del Foro para el Día Después, Walter Romero.
No se trata de “ciudades dormitorio” o sólo para el ocio, sino “espacios donde se pongan en marcha establecimientos industriales que han cerrado, producción de alimentos y remediación ambiental. Porque el modelo de producir contaminando no va más”, sostiene. “Desde comienzos del siglo pasado, el flujo poblacional hacia las periferias de Buenos Aires, Córdoba y Rosario, fue incesante. Aún cuando a partir de 1976 se destruyó la industria y dejó de haber empleo. Con planificación se puede redireccionar ese flujo hacia otras zonas del país, que están despobladas y ofrecen oportunidades de producción y trabajo”, afirma.
,,,por fin uno que piensa ....