Junto al desorden político en el oficialismo, la fragilidad macroeconómica y cambiaria y la altísima incertidumbre post -electoral, en 2021 se está produciendo el mayor rebote exportador anual de la historia. Las exportaciones saltarán de US$ 55 mil M en 2020 a unos US$ 76 mil M: un aumento inédito de US$ 21 mil M en un solo año y el tercer nivel más alto de la historia. No hay antecedente de una avalancha de dólares semejante en un año calendario, aun sabiendo que el bajo punto de partida ayuda a la estadística y que sigue estando US$ 7 mil M abajo del valor de 2011. En el mercado cambiario, donde el BCRA cuenta los dólares ingresados por exportaciones y no solamente los embarques que el INDEC registra en la Aduana, la avalancha en el año será todavía mayor: casi US$ 26 mil M(los US$ 76 mil M de 2021 se comparan con ingresos exportados por sólo US$ 50mil M en 2020porque recordemos que el año pasado se canceló prefinanciación ingresada en 2019). Este súper -rebote tiene fundamentalmente que ver con una fortísimamejora de 26% en los precios promedio internacionalesde exportación. El precio estrellade Argentina son los granos (en especial la soja) que subieron 43%. La noticia de los últimos meses es que el precio de venta de exportación “resistió” la reversión parcial de precios que hubo en los mercados internacionales. También suben este año los volúmenes exportados, alrededor de 10%. Acá aporta menos el agro y más el resto, en especial la industria y algo la minería. Hubo un par de rebotes de precios parecidos al 26% de 2021 en 2008 y 2011 pero los volúmenes en esos dos años quedaron estancados. Y hubo muchos saltos de volúmenes más fuertes que el 10% de 2021 pero con los precios flojos o cayendo. Esta es la mejor combinación precio -cantidad exportada para un año de la historia. Con semejante aluvión de divisas, la Argentina atraviesa paradójicamente una crisis macro -cambiaria. El BCRA no acumula en las reservas ni uno solo de los casi US$ 26 mil M de ingresos adicionales de exportación. La mayor parte del rebote exportador financia el aumento de importacionesdel año (un poco más de US$ 19 mil M), parte se va en pagos de deuda públicaexterna (unos US$ 3,5 mil M adicionales al pago al FMI con DEGS) y el resto (alrededor de ¿US$ 2,5 mil M?) se escapa vía ventas de dólares del BCRA en el mercado no oficial CCL. Por lo tanto, las reservas netas delBCRA terminarán el año apenas arañando el mismo raquítico nivel de fines de 2020 (alrededor de US$ 3 mil M). Esta situación “vuelve loco” al oficialismo. Para la lógica de estas cabezas, si las reservas del BCRA no suben con el salto exportador más fuertede la historia,un súper -cepo a la demanda de dólares, el turismo al exterior disminuido por la pandemia, un tipo de cambio real oficial a 100 pesos no groseramente atrasado, el refuerzo de los DEGS extra del FMI y cero pagos de deuda a bonistas, entonces “faltan” controles y/o “sobran” pagos de deuda externa.El corolario es que inestabilidad política y macroeconómica mata rebote exportador. Frente a un descalabromacro fiscal y monetariotan profundo como el actual, la brecha cambiaria cercana al 100%,una inflación en 50% anual inestable más para subir que para bajar, la tasa de interés desalineadafrente a la inflación, precios relativos desordenados, alta incertidumbre política respecto al “15 de noviembre”, un
OVERVIEW–25 de octubre de 20214MacroView S.A. -(54-11) 4312-1908acuerdo con el FMI en la nebulosa y losdos años que todavía le quedan a la actual administración, etc., etc., los dólares del rebote exportador se evaporan, “se los come el agujero negro” de la realidad macro.Un reflejo de la inestabilidad macro 2021 es en parte el “alto” nivel de importaciones. Este año los embarques terminarán en torno a US$ 63 mil M, con los últimos meses en casi US$ 6 mil M mensuales que anualizado son US$ 70 mil M. Que suban las importaciones respecto a los paupérrimos US$ 42 mil M de 2020 resulta una muy buena noticia porque es síntoma de normalización económica. Pero que haya alcanzado una velocidad anualizada de US$ 70 mil M es en las actuales condiciones macroeconómica y cambiariamente insostenible. Para OVERVIEW, parte de este fuerte rebote importador tiene que ver con el propio desorden macro. Por caso, con el mismo nivel de actividad y el mismo tipo de cambio real que en 2019, hoy se están importando US$ 14 mil M más que ese año: US$ 63 mil M ahora versus US$ 49 mil M en aquel momento. El “faltante” de dólares termina siendo consecuencia del “sobrante” de pesos, del déficit, la brecha y la inflación. De estos US$ 14 mil “de más”,US$ 5,5 mil M tienen que ver con mayores precios de importación registrados en las estadísticas del INDEC: habría que discernir cuánto es suba internacional de precios y cuánto es distorsión por la propia brecha cambiaria (¿sobre -facturación?). Otra partecita (poco menos de US$ 1 mil M) es producto de mayores volúmenes importados de combustibles ¿Y los restantes US$ 7,5 mil M de importación“de más”? Posiblemente haya detrás procesos de estoqueo de bienes derivados del mismo desordenmacro. La presión importadora por exceso a nivel macro convive con faltantes de productos e insumos por defecto a nivel micro -sectorial. Es parte del desordenmacro. Con esta macroeconomía desordenada, sin reservas en el BCRA y sin financiamiento externo, se necesita un superávit comercial permanente de cinco dígitos anuales largos para cerrar la caja en dólares, compensar la inestabilidad macro y encapsular la imprevisibilidad política: un superávit para solventar la importación, cubrir la demanda privada de dólares en el mercado oficial y no oficial y pagar la deuda pública externa remanente. Una manera de conseguir este nivel de superávit sería que la exportación diera un nuevo salto en 2022. Para OVERVIEW, la probabilidad de ocurrencia de otro salto exportador el año que viene es nula. Que mejoren los precios respecto a los buenísimos de 2021 luce casi imposible. Además, habrá que cruzar los dedos para que el clima no perjudique la cosecha y no se visualizan subas de volúmenes de relevancia en otros sectores. Por lo tanto, será muy difícil sostener el US$ 76 mil M de este año y está “para firmar ya” una caída de sólo dos o tres mil millones respecto de este monto. Sin nuevo salto exportador (que no va a venir) y sin un programa macro de estabilización (que tampoco va a venir), en la Argentina de hoy no es asequible un superávit comercial de cinco dígitos con el nivel de actividad en alza ni con el actual statu -quo cambiario. Requeriría que la actividad se planche o retraiga y/o que el tipo de cambio oficial suba más rápido en pos de reducir la brecha y/o reforzar todavía más los controles. Todo esto sería para reducir la importación y/o la demanda privada dedólares. Pero además hay que alcanzar algún acuerdo con el FMI y emprolijar el desbarajuste fiscal y monetario.
Overview, 25/10/2021