Tras la Revolución Francesa en 1789, se crearon los "assignats" el 1 de abril de 1790 para tratar de ordenar la crisis económica dado que la Corte de Luis XVI se había endeudado con todo tipo de acreedores. A fines de 1789 se habían expropiado los bienes del clero sin ningún tipo de compensación, bienes que a su vez dieron sustento a esos flamantes "assignats". Se preveía vender o "privatizar" esos activos a cambio de oro y plata que los respalden. Pero el alto gasto estatal y nuevas guerras complicaron la estrategia económica de los revolucionarios: no se pudo avanzar con las "privatizaciones", el Tesoro francés perdió recursos por impuestos y los "assignats" pasaron de ser un bono a una moneda de curso legal en 1791.
La fuerte emisión hizo que hubiera una hiperinflación en 1792. La emisión inicial se estimó en 500 millones de libras de plata en 1790, en 1792 ya había 2.000 millones y para 1794 llegó a 6.000 millones. Desde septiembre de 1793 a abril de 1794, los "assignats" habían perdido ya el 60% de su valor y se impusieron precios máximos. Se podía recurrir a la pena de muerte contra los acaparadores, se prohibió sacar capital fuera de Francia y se cerró la Bolsa. Se creó la "Ley de Máximo General", un impuesto sobre las fortunas, y confiscación de tierras a los "enemigos del pueblo" entre otras disposiciones.
"¡Volvé Moreno, te perdonamos!" Esta es la súplica no sólo en el mercado financiero sino también en las empresas en general sujetas a los controles de precios. Las alusiones a quien fuera secretario de Comercio Interior durante el kirchnerismo reflejan la difícil situación que atraviesa hoy el sector privado. En la plaza cambiaria, prácticamente quedaron afuera del acceso al Mercado Único y Libre de Cambios (MULC), en donde se accede al preciado dólar oficial, la mayoría de las multinacionales y varias grandes empresas locales.
Como siempre sucede, la caída de las reservas internacionales del BCRA gatilló este súper cepo, superior al existente en la "era Moreno". Las filtraciones sumaban 100 millones de dólares diarios, producto de una avalancha de importaciones, (el súper cepo fue previsto), las compras de 200 dólares diarios por parte del público, y otros pagos al exterior. El primer gran interrogante pasa hoy por la cantidad de reservas líquidas que tiene el BCRA. Las estimaciones de economistas rondan los 9.000 millones de dólares pero a ello hay que deducir el oro, valuado en 3.500 millones de dólares y los 2.000 millones de dólares en DEG, la moneda del FMI. Entonces el margen de intervención se reduce a apenas 3.500 millones de dólares. El otro gran interrogante pasa por saber hasta cuándo puede resistir el tipo de cambio oficial en los actuales niveles, o con una devaluación al ritmo de 25/30% anual.
En el Banco Central se esperanzan con que el acuerdo con los bonistas frene la presión cambiaria y permita liberar el súper cepo. Pero detrás de la presión cambiaria se encuentra la alta emisión de pesos, con una relación entre M2 y el PBI que hay que ir hasta 1989 para encontrar un antecedente similar. Aquí hay que agradecerle al COVID-19 en lo monetario dado que la velocidad de circulación del dinero se halla restringida por el virus, pero en la medida en que se vaya levantando la cuarentena, la presión sobre precios o el dólar en sus vertientes libres bursátiles o blue irá en ascenso. Recuérdese que la economía se encuentra en la época del año en la que hay en teoría mayor abundancia de divisas por la liquidación de la cosecha de soja.
Los precios máximos fijados por el gobierno crujen también. Las empresas los acordaron con el dólar oficial a 59 pesos. Ya les resulta imposible cumplir con los aumentos observados en costos. Paula Español, la controladora de precios de la gestión Alberto Fernández, no atiende llamados de empresarios. El abastecimiento en las próximas semanas de algunos productos está en peligro sin nuevo acuerdo. La inflación de mayo mostrará una variación de los precios en torno al 1%, pero en alimentos (por fuera de los controlados), bastante superior. Guillermo Moreno, en reuniones privadas la semana pasada, criticó el accionar de Español: "no sabe de ésto, hay que controlar determinados productos y dejar que empresas tengan ganancias en otros".
Guillermo Moreno criticó el accionar de Español: 'no sabe de ésto, hay que controlar determinados productos y dejar que empresas tengan ganancias en otros', dijo.
Los bonos argentinos muestran alguna recuperación en línea con el avance de las negociaciones con los acreedores. Pero quizás ya son más que los apostaron y descontaron el acuerdo que los que no lo hicieron. En los preparativos para la pos pandemia, en Diputados ya están circulando varios proyectos para atender a la gran cantidad de empresas que se presentarán en concurso. Apuntan a resguardar a accionistas de liquidaciones y embargos por parte de acreedores durante determinado tiempo. Una protección al deudor contra el acreedor.
El ejecutivo de banca privada que se escuda tras el seudónimo del "oso" envió su tradicional informe semanal a clientes. Recomienda cautela con la Argentina. A continuación, los puntos salientes de su informe:
1) La pregunta sobre las acciones norteamericanas pasa por si el S&P va camino de los 3.400 puntos para recién tener un descanso luego del verano boreal y si vale la pena asumir los riesgos o no; sin lugar a dudas la inyección de liquidez por parte de la Fed y el resto del G7 ha producido el efecto deseado y el abismo se ve hoy lejano pero las deudas siguen aumentado a valores nunca imaginados.
2) Por ahora la recuperación de los activos se ha dado principalmente en dos sectores que son el tecnológico y el farmacéutico; la capitalización de siete empresas (Facebook, Amazon, Apple, Netflix, Microsoft, Google, Nvda)) hoy supera el PBI sumado de Alemania e Italia (6,3 trillones de dólares).
3) Mientras tanto la fila de Chapter 11 o pedidos de quiebra se va agrandando; ya pasó Hertz y se sumó Latam y la lista se seguirá engrosando en los próximos meses; son las consecuencias de esta crisis.
4) En el sur del mundo, la Argentina ha entrado en default por novena vez en su historia y el plan sigue sin funcionar; teniendo en cuenta las medidas que han tomado con respecto al control de cambios daría la impresión que al menos los que están en el BCRA no ven un arreglo en el corto plazo y por ese motivo quieren estar preparados; hemos tenido una recuperación en el valor de los bonos y acciones que muchos creen que es porque tendremos acuerdo; sin embargo hay que seguir de cerca la suba de los activos de la región en particular en Brasil y vemos una correlación importante.
5) Debemos estar atentos a los próximos enfrentamientos entre China y EE.UU. parece que ese seguirá siendo el hilo conductor en los próximos meses y las elecciones en noviembre en EE.UU. pueden ser un punto de inflexión.